Pocas cosas hay tan satisfactorias en la vida como hacer realidad un sueño. Y la bodega Tr3smano es el sueño compartido de 2 amigos y exitosos bodegueros, con más de 70 vendimias a sus espaldas sumadas entre ambos, junto a un grupo de empresarios mexicanos con dilatada trayectoria internacional en el sector. Fernando Remírez de Ganuza y Pedro Aibar soñaron desarrollar un proyecto vitivinícola en Ribera del Duero, lejos de sus dominios, y echaron raíces a comienzos de 2014 muy cerca del yacimiento vacceo de Pintia, una necrópolis del los siglos IV y I antes de Cristo, en Padilla de Duero (Valladolid), junto a sus amigos mexicanos liderados por La Europea, empresa referente en la importación y distribución de vinos en México.
Diseño vanguardista y sostenible
La bodega, con un diseño vanguardista y sostenible, debe su nombre a su ubicación, a trasmano, sobre una colina dominada por un imponente (aunque el adjetivo se queda corto) olivo de 1.500 años, situada en una parcela de 5 hectáreas de extensión, junto a un viejo lagar centenario.
“Desde el primer momento nuestro principal objetivo es elaborar el Ribera del Duero que nos gusta beber. Es una bodega de ensueño, en un marco en el que disfrutar compartiendo este sueño con nuestros mejores amigos y familia”, sostienen los fundadores.
Desde hace más de 2 décadas, Remírez de Ganuza ha ido eligiendo algunos de los que hoy son viñedos de Tr3smano. El proyecto dio comienzo con una elaboración de 45.000 botellas por añada, si bien el objetivo está en comercializar en torno a 90.000 unidades al año. “2019 ha sido para Tr3smano un año para recordar. Estamos muy satisfechos con la labor realizada e ilusionados con la calidad de las uvas que han entrado en bodega”. Son ya 5 cosechas en Ribera del Duero, “sin hacer mucho ruido, acumulando experiencias y conocimientos”.
Amplio bagaje profesional
Con su amplísimo bagaje profesional, el objetivo no se centra en la búsqueda de conceptos como roble o crianza, “destinados a los grandes canales de consumo, sino más en enriquecerse en el plano personal y pasárselo bien. Es algo que resulta sencillo gracias a nuestro socio José Ramón Ruiz, de La Europea, ya que nos proporciona una aproximación muy cercana a los gustos del mercado”, señalan los fundadores de la bodega ribereña.
Dos son las referencias en las que concentran sus esfuerzos: Tr3smano Vendimia, un vino monovarietal de tempranillo procedente de viñedos de entre 35 y 80 años, envejecido 16 meses en barricas nuevas de roble francés; y Tr3smano TM, un tinto del que apenas ven la luz 6.000 botellas en años excepcionales, procedentes de uvas de viñedos de más de un siglo de antigüedad situados en la zona de Anguix y La Horra (Burgos) sobre el páramo y a unos 1.000 metros de altitud. Tras 20 meses de crianza en barrica de roble francés nuevo, Remírez de Ganuza y Aibar seleccionan 24 barricas de calidad excepcional para su embotellado.
Exportaciones
Del 70% de la producción que se exporta, el 20% se queda en la Unión Europea y el 50% restante a países como México, su mayor cliente, Canadá, EE UU, República Dominicana, Argentina o Japón, entre otros.
¿Qué hace diferente a Tr3smano? Tal vez la oportunidad de atesorar la experiencia acumulada de los socios fundadores. Gentes del mundo del vino de toda la vida, con experiencias en distintas denominaciones de origen en España y con conocimiento del mercado. “Para nosotros, un gran vino sólo se puede hacer en una viña excepcional, con el mimo de la mano del hombre. Las uvas con las que elaboramos nuestros vinos proceden de unas 65 hectáreas de grandes viñedos, ubicados en tres de las mejores subzonas vitícolas de Ribera del Duero, de entre 35 y 80 años de antigüedad, en exclusiva de la variedad tempranillo”, detallan Remírez de Ganuza y Aibar, que además de fundadores junto a José Ramón Ruiz, son enólogo y director gerente y enólogo, respectivamente.