Desde la fundación de Bodegas La Soterraña en 2006, Aníbal Asensio Paunero, gerente de la empresa, ha logrado consolidar su producción en cerca de los dos millones de botellas y 2,5 millones de kilos de uva recogidas en cada campaña, con una plantilla de una decena de profesionales. Sus ventas corresponden en un 70% al mercado nacional y resto se reparte entre Centroeuropa, Asia y EE UU, principalmente.
Para afrontar el crecimiento de esta bodega, que pertenece a la Denominación de Origen Rueda, y su adaptación a las nuevas exigencias del mercado y preparar el relevo generacional de este negocio de carácter familiar, en 2016 se incorporó Rubén Asensio Valentín, actual subdirector de la compañía, que facturó 4,5 millones de euros en 2018, unas ventas que prevé mantener en el presente ejercicio, pese a la merma prevista del 30% en la actual campaña.
A partir de ahora, Asensio Paunero se dedicará a los aspectos del negocio relacionados con la viticultura, enología y la relación con los clientes; mientras que su hijo se hace cargo de la gestión de carácter más administrativo y los mercados exteriores, entre otros.
Cerca de máximos de producción
“Estamos cerca de los máximos de producción, por lo que vamos a optar por crecer a través de las elaboraciones especiales con mayor valor añadido”, detalla Asensio Valentín, que se refiere al impulso de alguno de sus vinos más exclusivos, como Eresma Plus, Eresma Sobre Lías, Eresma Sauvignon Blanc y Eresma Fermentado en Barrica, entre otros.
Por su parte, el gerente y fundador de Bodegas La Soterraña añade que la compañía valora también otras líneas de negocio para crecer, como la comercialización de vinos de otras zonas vinícolas, como tintos, rosados y frizzantes, a través de acuerdos con otras bodegas. “Cada uno sabe cómo hacer bien su trabajo, por lo que optamos por crear una comercializadora que aglutine productos de calidad y nos permita crear sinergias con otras firmas”, detalla Asensio Paunero, quien subraya que estas relaciones se establecen sobre la base de la “amistad y la confianza” conseguidas en su larga trayectoria en el sector.
Además, la bodega estudia la adquisición de cerca de 150 hectáreas de viñedo en la D.O. Rueda para incrementar la cantidad de uva propia en próximas campañas. Estos proyectos a medio plazo o en estudio, van de la mano de las obras de ampliación de las instalaciones para incrementar su capacidad en 200.000 litros hasta los tres millones de litros.
Placas solares
Dentro de su política medioambiental, la bodega ha instalado en su sede de Olmedo (Valladolid) unas placas de autoconsumo solar que le permiten evitar la emisión de 42 toneladas de CO2 a la atmósfera al año, lo que equivale a la plantación de 4.163 árboles y el ahorro de 10,54 toneladas de petróleo.
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