¿Qué mejor forma de celebrar el 40 aniversario de la primera añada de una cooperativa vinícola que con una importante distinción a uno de sus tintos de referencia? Bodegas Covitoro, de Toro (Zamora), consiguió un Manojo de Oro a su reserva Arco del Reloj 2012 en la última edición del certamen organizado por Urcacyl. Es un tinto elaborado a partir de uvas procedentes de viñedos centenarios, plantados entre 1880 y 1910, con unos rendimientos de apenas un kilo de uva por cepa, del que se comercializan 4.000 botellas en edición limitada y numerada y solo en aquellos años en que las uvas de esa cepa se consideran excelentes.
Pero Covitoro es mucho más que Arco del Reloj. Dentro de su apuesta de innovación, la cooperativa toresana ha incorporado nuevas referencias en su catálogo de productos dentro de su constante búsqueda por mejorar. Buena prueba de ello son los lanzamientos de Barbian en 2017, un tinto roble con gran acogida y éxito de ventas; un frizzante de la variedad verdejo con la marca #freshkito; y la última incorporación ha sido Merur, un vino espumoso brut nature, elaborado también a partir de uvas verdejo.
Buena muestra de esa apuesta por la calidad y la innovación es la obtención con la máxima puntuación de las más exigentes normas internacionales, como IFS y BRC. “Hace 2 campañas se puso en marcha un sistema de valoración de la uva por criterios de calidad donde, apoyados por un equipo de análisis de última generación y por un programa informático desarrollado por la propia empresa, se analizan más de 20 parámetros de la uva para determinar el momento óptimo de la vendimia, la calidad del fruto y su composición analítica para determinar su destino en cada uno de los productos que comercializamos”, asegura Alfonso Garcés, director general de Covitoro.
Mercados exteriores
En la actualidad, la bodega exporta el 25% de su producción a 30 países, principalmente a la Unión Europea, Suiza, Japón, China, México y EE UU.
Con motivo de la pasada edición de Las Edades del Hombre celebrada en Toro en 2016, Covitoro adaptó sus instalaciones para recibir visitantes, organizando catas y visitas guiadas a la bodega y dotando un espacio específico a este fin con los medios necesarios “para hacer de la visita una experiencia inolvidable”, señala Garcés. Además, Covitoro forma parte como vocal de la asociación Ruta del Vino de Toro, que recientemente ha iniciado los trámites para su certificación por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin).
Por otro lado, la cooperativa mantiene un fuerte compromiso con la zona donde está implantada, como lo demuestra la mejora de la calidad de vida y la renta de sus socios y su papel para fijar población. Asimismo, “la bodega colabora con un amplio abanico de instituciones y organizaciones de carácter social, deportivo y asistencial”, explica su director general.