Ocho millones de kilos de uva, cifra que representa un ligero descenso respecto a la campaña anterior, es el dato final de la vendimia de 2010 en la Denominación de Origen Cigales. Este descenso se debe, en buena medida, a las heladas de la pasada primavera. La cosecha se prolongó desde el 22 de septiembre que abrió sus puertas la primera bodega hasta el 30 de octubre. Este hecho ha provocado una campaña escalonada, en la que la uva ha entrado “en su justa medida y con el merecido tiempo para llevar a los depósitos y realizar todas las operaciones pertinentes para una buena elaboración”, señalan en el Consejo Regulador, donde también destacan el clima “idóneo” en el que se ha desarrollado la vendimia, lo que ha facilitado la entrada de uva en los lagares a una temperatura óptima. Cigales mantiene la tradición de recogida manual, ya que un 70% la realizan vendimiadores.
Castilla y León Económica