La cotización de los cereales registró un incremento interanual de entre un 8,3% y un 24,1% el pasado mes de agosto, coincidiendo con la decisión de Rusia de suspender las exportaciones ante la grave sequía que asolaba el país. Según el Boletín Mensual de Estadística que publica el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, los tres cereales de referencia repuntaron en agosto respecto al mismo mes de 2009, con un aumento del 8,3% en el trigo duro panificable, del 21,7% en la cebada pienso y del 24,1% en el maíz grano.
Estos porcentajes contrastan con los correspondientes al mes de julio, cuando en tasas interanuales la cotización del trigo retrocedió un 3,14%, la cebada se mantuvo estable (+0,26%) y el precio del maíz subió un 7,59%. En términos mensuales (agosto respecto a julio), el trigo blando panificable se encareció un 10%; la cebada pienso, un 21%, y el maíz grano, un 11,8%.
Según una comparativa de COAG realizada con datos de la Lonja de Salamanca, el trigo blando llegó a alcanzar los 204 euros por tonelada el 16 de agosto, la cotización más alta en casi dos años. En septiembre, el precio retrocedió a 194 euros, pero en octubre ha vuelto a repuntar a los 204 euros. Alejandro García-Gasco, responsable de Producción Agrícola de COAG, indicó que la escalada en los precios del trigo se inició en el mes de julio en las lonjas españolas, que siguieron las tendencias internacionales marcadas por la bolsa de Chicago.
García-Gasco atribuyó la volatilidad de los cereales al incremento constante del consumo, que supera a la producción, y a las caídas de rendimientos y descensos de producción en países importantes en el comercio mundial como Rusia, Ucrania o Canadá. Sin embargo, según afirmó, los agricultores españoles no se han beneficiado de la subida del precio, puesto que “a una gran parte de los productores les ha pillado con el cereal vendido a un precio más bajo”.
“España es un país importador de cereales y los productores nacionales no tienen capacidad de almacenar grandes cantidades, por lo que la mayor parte ha ido vendiendo según iba cosechando”, apuntó.
“Perspectivas impredecibles”
García-Gasco consideró que las perspectivas de futuro son “muy impredecibles”, dado que dependerán de los movimientos “especulativos” en las bolsas, en lugar de la relación oferta-demanda, y de las medidas políticas de los principales países exportadores como Rusia o Ucrania. COAG aboga por la puesta en marcha de mecanismos de regulación en los mercados, “instrumentos de gestión eficientes que aseguren una estabilidad en precio y rentas”, tanto para agricultores como para ganaderos, al entender que éstos serán los principales perjudicados de la liberalización del comercio internacional.
Europa Press