El Gobierno de España ha aprobado el anteproyecto de la reducción progresiva de la jornada laboral de las 40 horas semanales actuales a 37,5 horas en 2025, con el objetivo de mejorar la conciliación laboral y aumentar la productividad. Esta medida, que no implicará una reducción salarial, afectará a 12 millones de trabajadores y deberá aplicarse antes del 31 de diciembre de 2025.
Según la patronal, tendrá un coste total de 21.000 a 24.000 millones de euros, una cifra que se traducirá en 2.000 euros por trabajador. Ante esta situación, ERA Group, consultora especializada en la optimización de costes y la gestión de proveedores, señala la importancia de que las empresas planifiquen cómo adaptarse a la nueva normativa para evaluar y minimizar el impacto que supondrá.
Jornada y productividad
Ante esta situación, Fernando Vázquez, socio consultor y Co-Area developer en ERA Group España, comenta que adaptarse a una jornada más corta no implica necesariamente perder productividad y subraya que la clave está en revisar los procesos internos para detectar y eliminar ineficiencias sin afectar la calidad del trabajo.
“Una buena estrategia es reorganizar los equipos y los turnos para distribuir mejor las tareas, evitando tiempos muertos o solapamientos innecesarios. También es un buen momento para fomentar modelos más flexibles, como el teletrabajo o el trabajo híbrido. En definitiva, el cambio puede ser una oportunidad para hacer las cosas de manera más eficiente y mejorar la experiencia tanto de los empleados como de los clientes”, apunta el socio consultor y Co-Area developer en ERA Group España.
Tecnología como aliada
A su juicio, la tecnología puede ser una gran aliada en este nuevo escenario, ya que automatizar tareas repetitivas y mejorar la gestión del tiempo permite que los empleados se enfoquen en lo que realmente aporta valor.
“Las herramientas de inteligencia artificial y análisis de datos facilitan la toma de decisiones y proporcionan una visión en tiempo real del negocio. Existen plataformas que pueden analizar grandes volúmenes de datos y generar informes automatizados, eliminando la necesidad de recopilar y procesar información manualmente”, detalla Vázquez, que señala que en sectores donde la atención al cliente es clave, el uso de chatbots puede mantener un alto nivel de servicio sin necesidad de ampliar la jornada laboral.
Reto y oportunidad
“La reducción de la jornada laboral es un reto, pero también puede ser una gran oportunidad para que las empresas trabajen de manera más optimizada y equilibrada”, reconoce Vázquez.
Así, apunta que, desde el punto de vista financiero, optimizar costes es una estrategia clave: “la revisión de los contratos y la adecuada gestión de los proveedores puede marcar una gran diferencia y ayudar a las empresas a equilibrar el impacto de la reducción de jornada sin comprometer su rentabilidad”.
Otras recomendaciones del socio consultor y Co-Area developer en ERA Group España, se centran en priorizar tareas y eliminar procesos innecesarios, lo que permite que el trabajo sea más productivo. “Muchas empresas están adoptando metodologías ágiles, que favorecen la organización por objetivos en lugar de por horas trabajadas”, señala Vázquez, al tiempo que concluye: “también es recomendable realizar una auditoría de costes en áreas como telecomunicaciones o energía. Identificar oportunidades de ahorro puede liberar recursos para reinvertirlos en formación o herramientas que hagan la transición más sencilla y sostenible”.
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