Una vez finalizados los trabajos del Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo realizados por Urcacyl, los datos que del mismo se extraen son especialmente satisfactorios, en cuanto a crecimiento económico social y laboral. Tras cerrar el ejercicio 2022-23, las cooperativas de Castilla y León tuvieron una facturación de 3.962 millones de euros, un 2,6% más que en el ejercicio anterior. Destacan las de cultivos herbáceos, con una cifra de negocio de 1.077 millones de euros; las de alimentación animal, con 678,6 millones; y las de suministros, con 717 millones.
Por provincias, la de mayor facturación cooperativa fue Zamora con 678,9 millones de euros, seguida de Valladolid con 715,4 millones de euros y Palencia con 642 millones de euros.
En este estudio se observa que el número de socios pertenecientes a las cooperativas es actualmente de 35.670, teniendo en cuenta que muchos de éstos participan en varias de diferentes sectores. En cualquier caso, el número va descendiendo paulatinamente en la medida en que se reducen las explotaciones agropecuarias de la región, pero su actividad cooperativizada va creciendo. De estos socios el 79,9% son varones y el 20,1% mujeres, reflejo de lo que sucede en el campo. Por otro lado, el 89,7% de estos agricultores y ganaderos son mayores de 40 años y el 10,3% menores de esa edad. Hay relevo generacional pero escaso; si bien es cierto que quienes se incorporan a las cooperativas lo hacen con explotaciones de más hectáreas o con un mayor volumen de cabezas de ganado.
En lo que se refiere al número de trabajadores en las cooperativas agroalimentarias, este se cifra en 4.037 trabajadores directos a los que habría que sumar varios miles mas en transportes, mantenimiento y servicios. Destaca el grado de profesionalización de estos trabajadores y el hecho de que un 8,2% de los mismos sean titulados superiores en ingeniería y veterinaria, lo que pone de manifiesto el esfuerzo realizado por las cooperativas en prestación de servicios a sus socios con técnicos de campo y de granja.
El cooperativismo agroalimentario en los 25 últimos años
“Ahora que recientemente se ha celebrado el XXV aniversario de La Revista Urcacyl, tras comprobar los datos del cooperativismo del año 2000 y los que tenemos en vísperas de los inicios del 2025, la comparativa resulta más que interesante. En el año 2000, tenía el cooperativismo global de Castilla y León, una facturación de 865 millones de euros, frente a los 3.962 millones de euros de la actualidad, habiendo más que cuadriplicado su volumen de negocio”, aseguran los responsables de Urcacyl, que añaden: “a principios del nuevo siglo disponíamos en las cooperativas de 51.000 socios agricultores y ganaderos, y actualmente tenemos 35.670 socios. En estos 25 años se ha reducido el número de nuestros socios en un 30%, siguiendo la tendencia que se ha producido en todo el sector agropecuario en cuanto a número de explotaciones. Sin embargo, los socios integrados en las cooperativas, en ese período de tiempo han pasado de una media de su actividad con la cooperativa de 16.960 euros en el año 2000 a 110.073 euros en la actualidad”.
En el caso del número de empleados, en el año 2000 contaban con 1.450 trabajadores y ahora disponen de 4.037 con un alto porcentaje de titulados superiores. Desde Urcacyl se considera qué en este período de tiempo las cooperativas se han profesionalizado, han diversificado sus actividades y servicios hacia los socios y muchas de ellas han iniciado la transformación de sus productos, lo que les ha permitido un crecimiento continuo.
Innovación
A ello ha contribuido la incorporación y el crecimiento, entre los socios y entre las cooperativas, de la innovación y de las nuevas tecnologías, que han permitido a aquéllos obtener mayores producciones por hectárea y por cabeza de ganado, y a éstas iniciar nuevas actividades, abrir nuevos mercados, prestar servicios diferenciados a sus socios y abordar procesos de transformación de sus productos. Todo ello les ha permitido ser más eficientes a nivel económico, social y medioambiental.
El crecimiento también ha sido consecuencia de una mayor formación reglada en los estudios de los socios y de la participación en una formación continua que se les ha ido ofreciendo, por sus cooperativas, muchas veces con la colaboración de Urcacyl. Cabe señalar que en este periodo que se analiza, impartió una media de 52 cursos anuales, con una presencia cada año de 1.674 alumnos.
También en este crecimiento, han influido algunas políticas propiciatorias del cooperativismo, realizadas desde la administración. Las ayudas de las antiguas APAS, las Ayudas de OPs y OPFH, las Ayudas a las Entidades Asociativas Prioritarias y sobre todo las ayudas al cooperativismo, que en el año 2000 superaban los tres millones de euros, y a través de las mismas se propiciaron la contratación de personal técnico, la implantación de sistemas informáticos, la realización de auditorías y análisis de inversiones, la edición de catálogos y material promocional y la incorporación de socios a las cooperativas, entre otras.
Castilla y León Económica