El Consejo de Gobierno aprobó este jueves la Estrategia de Comercio Minorista y Rural de Castilla y León 2024-27, que pretende dar respuesta a los numerosos retos que afronta el pequeño comercio de proximidad y revitalizar un sector estratégico para la comunidad tanto desde el punto vista económico como desde el punto vista social.
Con el objetivo último de proteger y fortalecer al sector, la estrategia de la Junta define, planifica y coordina todas las actuaciones con impacto en el sector comercial a desarrollar por las distintas consejerías del Gobierno autonómico, concretando un total de 61 medidas distribuidas en 6 ejes, para cuya ejecución se contempla un presupuesto global de 122,65 millones de euros durante el período de vigencia.
El plan se ha elaborado con la participación del sector comercial, que ha tenido ocasión de incorporar sus propuestas a través de los distintos canales de participación abiertos; asimismo, se ha recogido la opinión de las administraciones locales, con las que se cuenta para una mayor eficacia de algunas de las actuaciones previstas.
El documento ha partido de un análisis riguroso del sector en el que se recogen los principales problemas que arrastra el comercio minorista de proximidad: atomización, escasa cultura empresarial, débil capacidad financiera, falta de relevo generacional y resistencia al cambio. Problemas que se agravan como consecuencia de los nuevos hábitos de consumo y las situaciones coyunturales que reducen la capacidad de gasto. Estos problemas afectan en mayor medida al medio rural donde existen 939 municipios sin comercios físicos y 556 con tan solo 1 o 2 negocios dedicados a la actividad comercial.
Dentro de la hoja de ruta de la estrategia se incluye la monitorización permanente del sector para obtener datos del impacto de las medidas que se emprendan y definir mecanismos que detecten novedades e iniciativas que ayuden a regenerar y optimizar el sector del comercio. Igualmente se recoge una declaración institucional sobre el carácter estratégico y esencial.
En esta declaración se reconoce al comercio como motor económico y de generación de empleo y se determina su capacidad como factor de cohesión social contribuyendo a fijar población, a favorecer el desarrollo rural, a mejorar la calidad de vida del entorno, a fomentar las relaciones sociales y a mantener la identidad y las tradiciones. Además, se reconoce su capacidad de innovación, adaptación y sostenibilidad ambiental.
El entramado que diseña la estrategia para coordinar y orientar todas las actuaciones de la Junta para impulsar al comercio de la comunidad autónoma se articula en torno a 6 ejes: protección del comercio minorista; impulso a la formación y la cultura comercial; apoyo a la modernización, digitalización e innovación; fomento de la demanda en el comercio de proximidad; impulso al emprendimiento en el sector; y, desarrollo de un plan específico de apoyo al comercio rural. En cada uno de estos ejes se concretan las actuaciones a desarrollar durante el período de vigencia de la estrategia.
Protección del comercio minorista
Se incluyen en este eje medidas de carácter horizontal que buscan establecer un marco jurídico e institucional destinado a la protección del comercio minorista. En este sentido, se prevé, por un lado, la revisión de los instrumentos jurídicos de la ordenación del sector, por otro, la coordinación de las actuaciones que en esta materia se llevan a cabo desde las distintas instituciones, incluyendo un fortalecimiento y ampliación de funciones de la Red de Agentes de Comercio Interior, con el fin de que actúen en la dinamización y apoyo al comercio desde el territorio. En este eje se prevé una inversión de 7,6 millones de euros.
Formación y cultura comercial
En este eje, que cuenta con un presupuesto cercano a los 12,6 millones de euros, se incluye la actualización permanente de la base de datos y la monitorización de las medidas de apoyo. Además, se insertan actuaciones destinadas tanto a la toma de conciencia sobre la importancia del sector por parte del conjunto de la sociedad como actuaciones destinadas a la mayor profesionalización del capital humano que opera dentro del sector.
En el ámbito de la sensibilización, están previstas, entre otras, campañas de promoción, medidas de apoyo para mejorar la imagen del sector, la instauración de un día dedicado al pequeño comercio de proximidad o la celebración de congresos anuales que permitan analizar la situación del sector y darle una mayor visibilidad.
En el ámbito de la formación, en la que interviene tanto la Consejería de Educación como, sobre todo, el Servicio Público de Empleo de Castilla y León, se contempla el refuerzo y la adaptación de los planes de formación dirigidos a profesionales, empresas y trabajadores, así como un mayor apoyo económico para su desarrollo. Igualmente, desde la Dirección General de Comercio se va a desarrollar un plan de formación anual que incida en la especialización y que contribuya a revitalizar sectores específicos del comercio de proximidad dotando a los establecimientos de profesionales cualificados en los distintos subsectores comerciales como pescadería, carnicería o panadería.
Modernización, digitalización e innovación del comercio minorista
En él se recogen aquellas medidas destinas a impulsar la modernización y mejora de la gestión de establecimientos comerciales y sus servicios de proximidad, con un apoyo firme al comercio físico, y, en paralelo, medidas de apoyo a la incorporación de nuevas tecnologías que permitan la digitalización de los sistemas de gestión y comercialización. Se contempla ayudas económicas destinadas fundamentalmente a las pymes para esos procesos de modernización, así como incentivos para proyectos de I+D+i que contribuyan a la dinamización del sector. El presupuesto destinado a estas líneas supera los 15 millones de euros.
Fomento de la demanda del comercio minorista de proximidad
Conforman este eje, con un presupuesto que se eleva a los 55,7 millones de euros, aquellas actuaciones que pretenden una reactivación de la demanda comercial y propician una mejora del entorno, ya sea rural o urbano, con el fin de promover medidas que favorezcan el consumo y permitan al comercio minorista de proximidad disponer de un contexto favorable para el desarrollo de su actividad.
En este sentido, se reforzarán las actuaciones de reactivación del consumo en el comercio minorista de proximidad llevadas a cabo por las entidades locales con el apoyo de la Administración de la Comunidad. Entre estas acciones cabe destacar el impulso a iniciativas que se han demostrado efectivas como los bonos al consumo, las ferias comerciales, campañas de promoción o el apoyo a proyectos singulares en entornos urbanos y mercados.
Impulso del emprendimiento comercial
Se centra en expresar y desarrollar todas aquellas actuaciones que persigan la renovación del tejido comercial, en las que se favorezca el emprendimiento, otorgando un importante protagonismo al relevo generacional.
Se contemplan medidas de apoyo al emprendimiento, con ayudas para la inversión y la formación, así como incentivos fiscales en la adquisición de bienes inmuebles que se destinen al sector comercial, bonificación de cuotas a la seguridad y colaboración con el tejido asociativo para facilitar el relevo generacional.
Además, dentro de la estrategia se prevén iniciativas que permitan conectar el comercio de proximidad con otros sectores que favorezcan su dinamización, buscando sinergias con otras actividades económicas como el turismo, la artesanía, el ocio o la moda. El presupuesto previsto es de 7,2 millones de euros.
Plan específico de apoyo al comercio rural
En el sexto eje, la estrategia contempla el desarrollo de un plan específico de apoyo al comercio rural, con un presupuesto de más de 22,7 millones de euros, y que tiene como objetivo último frenar la pérdida de actividad comercial en el medio rural.
El análisis de los datos ha corroborado el declive de la actividad comercial en el medio rural, un declive muy vinculado a la evolución demográfica y que tienen mucha menor incidencia en las cabeceras de comarca, zonas turísticas y entornos de grandes núcleos de población. En este sentido, se trabaja sobre un estudio específico sobre el terreno con el fin de profundizar en las carencias y soluciones del comercio en el medio, un trabajo prospectivo que estará finalizado durante los primeros meses del 2025 y se servirá para adaptar, reforzar o implementar medidas novedosas para la dinamización del comercio rural.
Paralelamente se contemplan actuaciones centradas en promover la comercialización y garantizar el abastecimiento, con medidas para favorecer el consumo y la venta ambulante. Entre estas medidas, junto al apoyo económico, cabe destacar, actuaciones como el fomento del transporte a la demanda que facilite la movilidad en beneficio tanto de los consumidores del ámbito rural como de los comercios del entorno, así como incentivos para garantizar el relevo generacional y el emprendimiento en los pequeños municipios.
Este eje incorpora una línea de colaboración específica con las diputaciones provinciales, los ayuntamientos del medio rural y los Grupos de Acción Local instalados en el territorio con el fin de mejorar la adaptación de las medidas que se planteen a las necesidades reales de los pequeños comercios en los distintos municipios.
Finalmente, el documento establece los criterios para llevar a cabo la ejecución y el seguimiento de las distintas medidas, así como la financiación de las actuaciones previstas para garantizar su desarrollo.
Castilla y León Económica