Pago del Cielo echa raíces y se expande en Castilla y León. La bodega propiedad de la familia Torres cumple 2 décadas en 2024 en nuestra comunidad autónoma, una efeméride que trae bajo el brazo importantes novedades, ya que la firma ha incorporado 3 nuevos vinos: Pago del Cielo y 62 Millas al Cielo, en la Denominación de Origen Ribera del Duero; y Celeste Rosé, en la Denominación de Origen Cigales y completa así su gama de vinos de las 3 tipologías -tinto, blanco y rosado- elaborados en Castilla y León.
El proyecto vitivinícola de la familia Torres en nuestra comunidad autónoma abarca ahora 3 denominaciones de origen: Ribera del Duero, donde posee una bodega en Fompedraza (Valladolid), con 45 hectáreas de viñedo en propiedad y 5 vinos de tinto fino (el nuevo Pago del Cielo, Celeste Reserva, Celeste Crianza, Celeste Roble y 62 Millas al Cielo); Rueda, donde tiene una bodega en Villafranca de Duero (Valladolid), con 20 hectáreas de viñedo en propiedad y donde elabora un vino, Celeste Verdejo; y Cigales, donde este año ha empezado a producir un vino rosado de tempranillo inspirado en los tradicionales claretes, denominado Celeste Rosé.
Nuevas referencias
Pago del Cielo 2019 es la primera añada del vino icono de la bodega en Ribera del Duero, elaborado con uvas de tinto fino procedentes de El Obispo y Las Tenadas, sus viñedos más emblemáticos. El vino, de producción muy limitada, recoge la esencia de estas viñas viejas “de suelos diferentes que al combinarse ganan en complejidad, frescura y finura”.
Además, tiene la particularidad de una crianza mixta, ya que una parte del vino se vinifica y se cría durante 14 meses en tinajas de 1.600 litros, construidas con tierra de cada viñedo; mientras que el resto envejece durante 15 meses en barricas de roble francés de 300 litros. Por su parte, 62 Millas al Cielo es un tinto fino con 9 meses de crianza que se estrena con la añada 2022.
20 Aniversario
Pago del Cielo se empezó a gestar en 2004 cuando esta familia de bodegueros y viticultores con más de 150 años de historia adquirió una bodega en la comarca vallisoletana del Campo de Peñafiel. Una década más tarde incorporó al proyecto una bodega en Rueda. El enólogo salmantino Juan Ramón García es el alma mater de Pago del Cielo y desde 2005 trabaja con la familia Torres, que ahora amplía su gama de referencias castellanas y leonesas con un rosado de Cigales.
“Durante los 10 primeros años, fuimos conociendo el territorio e identificando las mejores zonas. Desde 2014, nos hemos focalizado mucho más en la tierra y hemos incorporado viñedos en diferentes zonas de la Ribera del Duero, porque es en la viña donde nacen los grandes vinos. El vino Pago del Cielo es el resultado del conocimiento adquirido durante todos estos años”, señala Juan Ramón García.
Sostenibilidad
El cuidado de la tierra, que impregna todos los proyectos de la familia Torres, se traduce en este caso en técnicas vitícolas respetuosas con el medio ambiente y prácticas regenerativas y en la reducción de emisiones de CO2, tanto en el campo como en la bodega.
En concreto, la bodega Pago del Cielo en Ribera del Duero fomenta la eficiencia en el consumo energético y de agua y utiliza energías renovables y cuenta con una instalación fotovoltaica de autoconsumo que permite cubrir cerca del 20% del consumo eléctrico de la bodega, una caldera de biomasa y un sistema de climatización natural para aprovechar las temperaturas frescas de la noche de verano.
Más información en el número de noviembre de la revista Castilla y León Económica