Según un reciente estudio elaborado por Innusual, casi el 80% de los trabajadores del sector de las tecnologías de la información emplea, por iniciativa propia, herramientas de Inteligencia Artificial (IA) generativa para desempeñar sus tareas, fundamentalmente desarrollo de código fuente y redacción de correos electrónicos y documentación técnica. La mitad de ellos las utiliza a diario, siendo ChatGPT y GitHub Copilot las herramientas de preferencia. Entre las principales motivaciones destacan la resolución de dudas (39%) y la automatización de tareas repetitivas (31%).
Esta dinámica puede ser extrapolada a otros sectores o a áreas específicas cuya actividad genere información en formatos como texto, imágenes, video o audio, entre otros. Ante esta transformación en la forma de trabajar, “impulsada en muchos casos por los propios trabajadores fuera del radar de responsables y directivos, conviene acelerar para no perder la iniciativa y gestionar el cambio de manera que se promueva la innovación y la productividad pero sin perder de vista la seguridad, la ética y la propiedad intelectual”, detalla Blanca Lendoiro Valle, Tech leader de Innusual.
Gestión de riesgos
Al igual que hace unos años se hablaba del BYOD (Bring your own Device), cuando los empleados podían utilizar sus propios dispositivos móviles para acceder a sistemas corporativos y así favorecer la flexibilidad, y hubo que gestionar problemas que surgieron relativos especialmente a la seguridad, hoy ya escuchamos hablar del BYOIA (Bring your own IA), y de nuevo es necesario identificar y gestionar los nuevos riesgos asociados.
“Desde Innusual pensamos que esta gestión de riesgos se debe contemplar en el marco de una estrategia que convierta la IA generativa en una ventaja competitiva real para cualquier organización, ideando nuevos usos y maximizando su potencial poniendo a su disposición datos corporativos. Resulta clave comenzar con una evaluación exhaustiva de la situación actual acerca del grado de uso real por parte de todos los empleados de la organización, seguida de la identificación de las herramientas más adecuadas para cada caso contando con asesoramiento experto pero también con los propios miembros del equipo que hayan experimentado ya con ellas en su día a día, y por supuesto preparar los datos propios con los que vayan a ser entrenadas y de los sistemas con los que se integrarán”, detalla la Tech leader de Innusual.
Uso responsable
La compañía tecnológica detalla que su misión es ayudar a organizaciones públicas y privadas, tanto en la definición de políticas y buenas prácticas que aborden aspectos esenciales como la seguridad, la privacidad y la ética, estableciendo un marco claro que guíe el uso responsable de la IA, como en la capacitación y el soporte técnico para que los profesionales puedan sacarle el máximo provecho.
“También somos capaces de implantar modelos de monitorización de métricas de rendimiento que evalúen el impacto de la IA en la organización y ayuden a lanzar ajustes y procesos de mejora continua”, enfatizan sus responsables.
Bajo estas premisas, la IA generativa puede revolucionar funciones como el marketing, posibilitando la creación de contenidos y campañas personalizadas, los recursos humanos, mejorando la comunicación con el empleado en el acceso rápido a información corporativa, o la atención al cliente, optimizando la experiencia del usuario con respuestas personalizadas, como explican en Innusual.
Más información en el número de julio-agosto de Castilla y León Económica
Excelente aportación Blanca. Es todo un reto aplicar la IA generativa en una organización y por eso los responsables de que las cosas salgan adelante se buscan la vida sin esperar a que alguien por arriba publique un procedimiento. Automatizar tareas tiene la ventaja adicional de que simplificas a tope los procedimientos