Campoveja Quesería desarrolla 2s líneas de negocio en las que refleja su filosofía de mantener la tradición iniciada en 1952 por Félix Sanz, abuelo de los actuales gestores del negocio, al mismo tiempo que incorpora nuevos productos basados en la innovación. Así, Jesús Sanz Esteban, socio administrador de esta empresa familiar en la que la tercera generación lleva más de 2 décadas al frente de la quesería, detalla que la primera de estas áreas es Campoveja Tradición Artesana, “en la que elaboramos queso castellano, es decir, el tradicional queso de oveja de la región, pero buscando la excelencia”.
Para ello, la empresa con sede en la localidad vallisoletana de Serrada produce sus quesos semicurado, viejo y añejo con leche cruda de oveja y con cuajo natural de cordero.“No pasteurizamos ni alteramos la leche, se trata de que refleje su identidad. Además, los maduramos con su corteza natural, sin añadir plásticos o ceras, y los afinamos en tabla de madera, lo que favorece el desarrollo de cortezas con personalidad, ricas en mohos. Nuestros quesos envejecen en una cava subterránea, donde las condiciones óptimas para la maduración son naturales”, detalla Sanz Esteban.
Quesos de autor
En la actualidad, la línea de negocio de quesos de autor, marcada por la innovación, tiene más peso en las ventas y en los reconocimientos que la tradicional, “pese a la calidad de ésta”. En su catálogo se encuentran quesos ahumado, trufado, de corteza lavada y cava subterránea. El socio de Campoveja explica: “en estos momentos, estamos trabajando mucho el afinado, es decir todas las manipulaciones que se realizan en el producto desde la elaboración hasta la venta para obtener el mejor resultado posible”. La empresa familiar vallisoletana desarrolla este proceso en bodegas centenarias de la zona, lo que le permite rescatar además el patrimonio e historia local; y en barricas, en alianza con firmas de la Ribera del Duero.
Con una facturación inferior a los 2 millones de euros y una plantilla de 10 personas, su principal mercado es nacional, aunque sus quesos están presentes en diversos países como Francia, Portugal, Irlanda, Reino Unido, Alemania, Suecia, Chipre, Italia y EE UU, entre otros. Campoveja se centra “en la excelencia y la diferenciación, no en el volumen de producción”, según comenta Sanz Esteban, que avanza que la quesería realiza obras en sus instalaciones para impulsar “el turismo y disfrute de nuestros quesos, pilares de un negocio abierto, donde mostramos nuestra filosofía y manera de hacer”.
Más información en el número de noviembre de la revista Castilla y León Económica