UFD, la distribuidora eléctrica del grupo Naturgy, prosigue con su campaña contra el fraude eléctrico para detectar y desconectar conexiones fraudulentas y manipulaciones de contadores en Castilla y León. El objetivo de estas actuaciones es prevenir el riesgo que suponen estas conexiones ilegales para la seguridad de las personas y reducir su enorme coste para el sistema eléctrico.
Desde comienzos de 2022, UFD ha detectado en Castilla y León 300 fraudes eléctricos. En total, la compañía ha podido recuperar 3,7 GWh de energía, 1,8 GWh en 2022 y 1,9 GWh en lo que llevamos de este año 2023. Esta energía equivale al consumo anual de 1.200 hogares.
Fraude en España
En el conjunto de España, las actuaciones de detección de fraude en este período se han saldado con la apertura de cerca de 13.500 expedientes por fraude eléctrico. Gracias a esto, se ha logrado recuperar 190 GWh de energía defraudada, una cantidad equivalente al consumo anual de casi 60.000 hogares.
Sólo en el primer semestre de 2023, UFD ha interceptado fraudes por un volumen de 80 GWh, frente a los 55 GWh del año anterior para el mismo período, lo que ilustra su compromiso con la persecución de esta práctica delictiva en aumento.
Este tipo de conexiones ilegales, que pueden provocar incendios y otro tipo de accidentes, y ponen en riesgo tanto a la persona que las realiza como a las que conviven con ella y a sus vecinos, representan un quebranto económico para el sistema eléctrico, ya que el coste de la energía defraudada, según la regulación vigente, recae en el conjunto de los usuarios a través de su factura.
Colaboración con las autoridades
En el último año y medio, UFD llevó a cabo 286 actuaciones relacionadas con plantaciones de marihuana en España, de las cuales, una quincena se realizó en Castilla y León, un 5,2% del total de España.
La distribuidora eléctrica de Naturgy colabora estrechamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra los cultivos de cannabis ocultos, a través de la detección de consumos inusualmente elevados.
La compañía detecta los posibles consumos excesivos desde los centros de transformación, cuando no se corresponden con el número y tipo de suministros asociados a esas instalaciones y que, en ocasiones, pueden llegar a ponerlos en riesgo de incendio, al superar en algunos horarios su capacidad de carga. Se revisan telemáticamente las pérdidas de energía asociadas, tanto en volumen de energía como en horario. Cuando con la información obtenida, la compañía sospecha de un posible fraude, lo pone en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que son los que a partir de ese momento se hacen cargo de la investigación.
Aumentan las conexiones fraudulentas
En momentos de crisis, las conexiones ilegales aumentan, como ya sucedió en el período 2008-13, cuando el fraude creció un 28%. Desde 2010, las campañas de lucha contra el fraude en UFD se saldaron con una reducción paulatina de conexiones ilegales, pero la irrupción de la crisis sanitaria del Covid-19 y las medidas legislativas ad hoc que impedían el corte a suministros en baja tensión de marzo de 2020 a agosto de 2021, motivaron un importante repunte de hasta un 6% de las pérdidas de energía (159 GWh en ese período), incluso en un escenario de caída de la demanda por el confinamiento.
No ha sido hasta junio de 2023 que UFD ha empezado a recuperar la situación con datos de fraude similares a los existentes antes de la pandemia. Para ello, en los últimos 22 meses ha incrementado en casi un 300% la tramitación de expedientes fraudulentos.
Además del grave peligro y el perjuicio económico que entraña esta práctica, también incide negativamente en la calidad y continuidad del suministro de los clientes conectados legalmente.
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