Esta semana, la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos de Construcción y Demolición de Castilla y León (Agerdcyl) conmemoró su décimo aniversario como colofón a una década de trabajo en la recogida y gestión de los residuos de construcción y demolición.
Para ello, organizó una jornada conmemorativa bajo el título: Valorización de los Residuos de Construcción y Demolición, inaugurada por Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, quien aseguró en su intervención que Castilla y León “lleva años a la vanguardia de la gestión y el reciclado de residuos”.
Desarrollo sostenible de la construcción
En el evento se ha puesto en valor el objetivo principal de Agerdcyl, que no es otro que el de seguir realizando, “del modo más eficiente posible, la gestión de los áridos reciclados de calidad, con el fin último de minimizar el consumo de los áridos naturales, y de este modo, contribuir al desarrollo sostenible del sector de la construcción”, aseguró Javier Llorente, presidente de Agerdcyl.
Esta jornada de celebración estuvo protagonizada por la exposición y presentación del Decreto 5/2023 de 4 de mayo, el cual regula la producción y gestión sostenible de los residuos de construcción y demolición en Castilla y León, lo que representa un referente de circularidad en el sector de la construcción a nivel nacional.
Plan de Acción de Economía Circular
El evento contó con un nutrido grupo de ponentes de diferentes administraciones y empresas que expusieron sus experiencias en el uso y la utilización de los áridos reciclados. Una nueva normativa que ya la Comisión Europea presentó en diciembre de 2015 en su primer Plan de Acción para una economía circular en Europa, en el que se incluían medidas que afectan a 5 áreas que la Comisión considera prioritarias, entre las que se encuentran la construcción y la demolición, incidiendo en la necesidad de aprovechar los recursos contenidos en los residuos mediante su reintroducción en la economía.
Este decreto, regula la obligación del uso de áridos reciclados en las obras públicas promovidas por la Administración Autonómica y realizadas en el ámbito territorial de Castilla y León, estableciendo los porcentajes mínimos en función del tipo de obra de que se trate. El decreto establece los requisitos, tanto de los áridos reciclados como de los residuos inertes adecuados para determinados usos. Entre los requisitos se definen una serie de valores límite de contaminantes y una metodología y frecuencia de caracterización.
Memoria anual de gestión
De igual forma, se establecen las obligaciones de información sobre el destino de todos estos materiales, que deberán ser registrados y figurar en la memoria anual de gestión cuya elaboración y remisión es obligatoria para todos los gestores de residuos autorizados.
El Decreto es coherente con la política de protección del Medio Ambiente, reflejada en las estrategias y planes de la Junta de Castilla y León y en concreto con la Estrategia de Desarrollo Sostenible y de Cambio Climático de Castilla y León, así como con la Estrategia de Economía Circular de Castilla y León 2021-2030, Dichas estrategias están alineadas con la Estrategia Española de Economía Circular, España Circular 2030.
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