La Universidad de Valladolid (UVA) y Michelin entregaron este viernes los XX Premios Michelin Valladolid a los mejores trabajos fin de estudios sobre Innovación, Calidad Total y Organización de los estudiantes de la Escuela de Ingenierías Industriales. El acto contó con la presencia de Rocío Lucas, consejera de Educación; Antonio Largo, rector de la UVA; y Bruno Arias, director de la Fábrica de Valladolid de Michelin España-Portugal. El premio al mejor trabajo fin de estudios en Innovación, Calidad y Organización fue para Valeria Natalia Sagastume Abarca, por su proyecto Estandarización e implementación de sales and operation planning de Saeta.
El premio al mejor trabajo fin de estudios de carácter investigador se lo llevó el estudiante Guillermo Fernández Ordoñez con Técnicas y estrategias de interpolación para la resolución de problemas formulados en términos de EDOs de 2º orden en el ámbito de la ingeniería Industrial.
El premio al mejor trabajo fin de estudios sobre organización industrial se lo llevó Jorge Abia Morán, con Estudio de la capacidad productiva de un proceso de renovado de neumáticos mediante simulación con Witness Horizon. El de calidad para el estudiante fue para Pablo Miranda Rey por High pressure phase equilibrium in a Carbon Dioxide-Acetone-Isopropanol.
El premio al mejor trabajo fin de estudios sobre innovación se concedió a María Parra Vallecillo por su trabajo Desarrollo de una interfaz cerebro-ordenador orientada al control domótico mediante realidad virtual. Además de a los estudiantes se ha reconocido también a los profesores que han tutorizado los trabajos premiados.
Colaboración público-privada
Lucas incidió en que estos premios “son un buen ejemplo de los excelentes frutos que rinde la colaboración público-privada en materia de transferencia de conocimiento. Con ellos, no sólo reconocemos el talento de nuestros alumnos, sino también la valía y el compromiso de nuestros docentes universitarios. Sirven, además, para testar el alto grado de formación que alcanzan nuestros alumnos, también en la educación superior. En la Consejería de Educación somos muy conscientes de la necesidad de seguir apoyando el desarrollo de la I+D+i regional. Y lo hacemos cada año con mayor intensidad”.
Por su parte, Arias reconoció el esfuerzo de la UVA por acercarse al mundo empresarial con nuevas fórmulas de colaboración y ha agradecido el trabajo continuado de la Escuela de Ingenierías Industriales y en especial de la Cátedra Michelin. “Este trabajo en equipo ha sido fundamental en el pasado y se nos antoja imprescindible para hacer frente a los retos del futuro, más concretamente y hablando de la industria, los retos relacionados con las nuevas tecnologías habilitadoras, para lo cual vamos a necesitar profesionales con unas competencias muy específicas y cambiantes en el tiempo”, dijo.
Asimismo, el rector agradeció a Michelin su implicación en la formación universitaria de los futuros ingenieros, “ya que es una de las ocho empresas que se han adherido al Itinerario de Prácticas Duales de los grados en Ingeniería Mecánica y en Electrónica Industrial y Automática”, ofertando prácticas duales con una duración de hasta 1.050 horas, con aproximadamente 225 horas de formación en la empresa.
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