Iberdrola cierra el ejercicio bursátil con una capitalización en el entorno de los 70.000 millones, colocándose como la mayor utility de Europa y la cuarta del mundo.
La eléctrica ha recibido el favor del mercado después de anunciar el pasado 9 de noviembre una inversión de 47.000 millones de euros hasta 2025 y un dividendo creciente, con el objetivo de que en el mencionado ejercicio se sitúe entre los 0,55 y los 0,58 euros por título.
Beneficio neto superior a 5.000 millones en 2025
El beneficio neto, que alcanzará este año el rango estimado de 4.000 a 4.200 millones de euros, se colocará entre los 5.000 y los 5.200 millones en 2025.
Así, la acción ha escalado este año un 6% en Bolsa -que supone una rentabilidad de casi el 11% incluyendo la retribución pagada de 0,449 euros por acción-, y firma el ejercicio como la mejor eléctrica del Ibex 35 y el duodécimo valor que más avanza del selectivo. La presentación del plan estratégico ha sido uno de los motores de la compañía en Bolsa: acumula una revalorización desde entonces de más de un 10%.
Valoración favorable del mercado
El mercado ha valorado la resiliencia, el potencial y la diversificación de negocios -renovables, clientes y redes- y de geografías -con fuerte presencia en España, Reino Unido, EE UU y Brasil-, de Iberdrola. El valor ha evitado así la penalización en Bolsa que han sufrido otros de sus competidores. También sus planes de inversión, adaptados a la actual coyuntura, destinan más dinero al negocio de redes -27.000 millones-, con rentabilidades aseguradas.
La solvencia es otra clave del valor. Con unos activos de más de 170.000 millones de euros, Iberdrola mantiene un perfil sólido que blinda sus actuales ratings.
Iberdrola premia a sus accionistas con una amortización de acciones equivalente a la ampliación de capital con cargo a reservas con la que da respuesta a su programa de retribución flexible -que permite cobrar el dividendo, recibir acciones gratuitas o vender los derechos de suscripción en el mercado-, con lo que evita que los accionistas se diluyan, aunque opten por recibir el efectivo. Los dividendos que ha pagado en 2022 suponen una rentabilidad del 4% y que superará el 5% en 2025, según su hoja de ruta hasta 2025.
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