La deuda viva de Castilla y León ascendió a 13.051 millones de euros al final del tercer trimestre de 2022, de acuerdo con la estadística del Banco de España publicada este miércoles, lo que equivale al 20,4% del Producto Interior Bruto (PIB). Esta ratio es inferior en casi 4 puntos a la media autonómica, que se sitúa en el 24,3% del PIB nacional, y mantiene a Castilla y León como la octava autonomía más saneada del país
La aportación de Castilla y León al endeudamiento global de las autonomías españolas sigue siendo limitada, de acuerdo con los datos facilitados hoy por el organismo regulador. En concreto, al finalizar el tercer trimestre del año suponía el 4,1% del total de las comunidades, contabilizado en 314.845 millones de euros.
A esa misma fecha, Castilla y León acumulaba 13.051 millones de euros de pasivo. Esta cantidad representa el 20,4% de su Producto Interior Bruto y permite conservar la octava posición en la lista de territorios menos endeudados de España, por detrás de Canarias, Madrid, Navarra, País Vasco, Asturias, Galicia y La Rioja. Esta buena posición relativa denota la responsabilidad con la que la Junta viene utilizando tradicionalmente esta fórmula de financiación.
Comparativa interanual
En los primeros 9 meses del año, Castilla y León ha reducido su deuda un 1,2% mientras que el endeudamiento autonómico ha crecido un 0,7%. La comparativa interanual (septiembre 2022-septiembre 2021), arroja la misma tendencia: en Castilla y León la deuda disminuyó un 0,4% y, por el contrario, en el conjunto de comunidades autónomas creció un 0,8%.
En este importe, el Banco de España incorpora los créditos reintegrables que la Administración de la región concede a las empresas, cuantificados en 252,8 millones de euros, el llamado factoring sin recurso -créditos comerciales con la Administración cedidos a entidades financieras-, que añade 112,3 millones de euros y el endeudamiento asociado a proyectos de colaboración público-privada y otra deuda imputada, por 264,6 millones de euros.
Cartera de endeudamiento
El análisis de la estructura de la cartera de endeudamiento de Castilla y León en términos SEC 2010 (Sistema Europeo de Cuentas), atendiendo a quienes son los prestamistas, revela que, al acabar el tercer trimestre de 2022, el mayor importe corresponde a las emisiones de deuda pública que representan el 29,2%, con 3.807,9 millones de euros. En segundo lugar se encuentra el Fondo de Facilidad Financiera con 2.157,5 millones de euros, -en concreto, el 16,5%- correspondiente a préstamos concertados en 2015 y 2020.
Como tercer prestamista figuran las entidades financieras multilaterales, como son el Banco Europeo de Inversiones y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, con 1.213,1 millones de euros, un 9,3% de la deuda de la Comunidad.
Por otro lado, el 95,7% del endeudamiento castellano y leonés correspondía a la Administración General, frente al 4,3% de universidades, organismos autónomos, entes públicos de derecho privado y empresas públicas, entre otros.
Respecto a los plazos de vencimiento, el 99% de la deuda viva de la región está formalizada a largo plazo, frente al 1% firmada a corto. El 82% está concertado a tipo de interés fijo y el 18% a variable, un reparto que permite mitigar el efecto de subidas del Euribor.
Sin deuda de empresas públicas no sectorizadas
Finalmente, señalar que el Banco de España contabiliza en 2.576 millones de euros la deuda de aquellas empresas públicas autonómicas que no están incluidas en el perímetro SEC 2010, sin que Castilla y León tenga asignada ninguna cuantía adicional. De este modo, teniendo en cuenta los datos de todo el sector público autonómico la ratio media de endeudamiento con respecto a PIB se elevaría al 24,5%, frente al 20,4% de Castilla y León.
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