Según los expertos de PaynoPain, existen 5 claves que pueden ayudar a impulsar la facturación de un restaurante:
1.- Ofrecer pagos electrónicos: pagar desde la tarjeta de crédito o mediante otros métodos digitales (Bizum, wallet electrónico) es la opción favorita de los clientes. Por ello, es indispensable que los establecimientos cuenten con una pasarela de pagos adaptable, segura y rápida, que vela por una experiencia ágil e intuitiva para simplificar el proceso de pago desde todos los dispositivos.
2.- Incorporar programas de fidelización: permiten recopilar información valiosa para conocer el comportamiento y los hábitos de la clientela, lo que se puede emplear para personalizar las ofertas y promociones, de manera que aumente la efectividad de las campañas de marketing. Además, medidas como esta incitan a los clientes a regresar con mayor frecuencia al restaurante y fomenta el gasto.
3.- Aumentar la eficiencia: lograr que los clientes se marchen satisfechos contribuirá a incrementar la facturación y la posibilidad de que estos recomienden el restaurante a otras personas. Un servicio eficiente mejorará su experiencia y acortará los tiempos de espera, lo que aumentará la rotación de las mesas y hará posible que se pueda atender a más clientes en el mismo periodo de tiempo. Para ello, es más que recomendable apostar por la opción de tomar pedidos en línea o a través de dispositivos móviles (códigos QR) para ser más eficientes. De hecho, los clientes pueden pedir los platos antes de llegar al restaurante, y los empleados podrán prepararlos con el tiempo suficiente, lo que reduce el margen de error y hace que los clientes se sientan más cómodos.
4.- Evita largas esperas y colas: no hay nada que moleste más a los clientes que largas esperas para pagar su cuenta. Es por ello que han surgido nuevas alternativas que convierten los teléfonos en datáfonos, permitiendo aceptar pagos directamente con el móvil.
5.- Incluir promociones especiales: realizar descuentos en algún día de la semana o menús especiales para eventos puede atraer a nuevos clientes, fomentar su lealtad, incrementar las reservas y aumentar el gasto medio de los comensales. Por ejemplo, crear tradiciones como los jueves de pizzas, puede contribuir a crear una rutina entre los consumidores y una demanda que previamente no existía.
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