50 expertos en análisis sensorial que forman el Comité de Cata evaluarán este miércoles y jueves en el Hotel Los Toreros de Tordesillas (Valladolid) los 442 vinos presentados a los Premios Manojo 2022, organizados por Urcacyl, procedentes de 11 comunidades autónomas. De todos estos vinos, sólo 64 serán preseleccionados y recogidos posteriormente en cada una de las bodegas finalistas.
En la cata final, que tendrá lugar en Tordesillas el día 2 de junio, se conocerán los vinos que se alzarán con los 27 Premios Manojo (en cada categoría un Manojo de oro, un Manojo de plata y un Manojo de bronce; así como un gran Manojo en los vinos, blancos jóvenes, tintos jóvenes y tintos crianzas, que son las 3 categorías con mayor número de muestras presentadas). Los premios serán entregados en las Casas del Tratado de la Villa tordesillana.
Premios con carácter bienal
Este certamen nacional de vinos de bodegas cooperativas organizado desde hace 26 años por Urcacyl, inicialmente con carácter anual y desde 2006 con carácter bienal. Arranca así la XVIII Edición de los Premios Manojo, que se inician con las precatas de los vinos que serán analizados por un experto Comité dirigido por Tomás Postigo, enólogo de gran prestigio.
Ana Mallada García, notaria de Tordesillas, presenció el ensacado y precintado de las botellas, numerándose los sacos que contienen los 442 vinos distribuidos en 8 categorías: cavas y espumosos de calidad (23), semisecos y dulces (29), blancos jóvenes (109), rosados jóvenes (42), tintos jóvenes (86), tintos jóvenes roble (46), tintos crianza (72) y tintos reserva (35). Así se garantiza la cata ciega, ya que solamente la notaria conoce la correspondencia entre los vinos catados y el número asignado a cada uno de ellos, que es el que se evalúa por los componentes del jurado.
Concurso con elementos diferenciadores
Este concurso es único y tiene varios elementos que lo “diferencian claramente” de otros certámenes vitivinícolas: Todos los vinos proceden de bodegas cooperativas, pertenecientes a viticultores asentados en el medio rural, en quiénes repercute el valor añadido que generan. Tanto en la precata como en la cata final son ensacados, precintados y numerados ante notario, quién levanta acta notarial, siendo la única persona que conoce la identidad de los caldos concursantes.
Además es un concurso a 2 vueltas. Tras catarse todos los vinos en una primera fase, los mejor puntuados (64) se recogen directamente en sus bodegas de origen, comprobándose que cumplan las bases del concurso, para en su caso evaluarse en una segunda cata o ser descalificarlos. En esta edición, de todos los vinos presentados al concurso, solamente un 14,4% pasarán a la final y solo un 6,1% serán premiados.
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