Valladolid se empieza a parecer un poco a Madrid, donde dicen que u organizas una conferencia o te la ponen. Y la verdad, en provincias esta actividad está muy bien porque así tienes la oportunidad de aprender de los mejores expertos en las materias que te interesan.
Luisa Alcalde: El nuevo consumidor 5.0
El internet de las cosas, la inteligencia artificial, el blockchain y realidad aumentada son tecnologías que más influirán…
Alberto, no puedo menos que Felicitarte, son similares sensaciones o evidencias que yo compruebo aquí en provincias y también en Madrid, efectivamente esos conferenciantes repiten lo mismo, incluso los mismos chites y anécdotas, a veces sin darse cuenta si están en Valladolid o Logroño.
Gracias
Hola Jesús:
Gracias por tu comentario. Efectivamente, a veces los conferenciantes no saben ni dónde están. Recuerdo a un ministro de Industria que nos explicó el plan industrial de su Gobierno en Burgos, incluidas las ayudas para la industria naval y que yo sepa no hay ni un astillero en Burgos; o aquel premio Nobel de Economía de EE UU que en su ponencia, también en Burgos, mostró un absoluto desconocimiento de dónde estaba Castilla y León. Un abrazo y gracias por participar en este vídeoblog.
Alberto, entiendo tu desilusión, que también comparto, pero ¿no crees que apuntas en dirección contraria?
Creo que hay que pedir las responsabilidades a quien contrata a ese conferenciante/gurú y ni siquiera se preocupa de saber qué va a decir.
Y, probablemente, nos asustaríamos de saber cuánto le pagan.
Gracias, y un cordial saludo.
Hola Luis: En parte tienes razón, pero los que contratan a estos gurús suelen pecar de inocentes y piensan que el conferenciante no les va a dar la misma charla porque creen en su profesionalidad. Respecto a las tarifas de estos expertos, con la crisis han disminuido, aunque algunos mantienen un precio que asusta. Recuerdo que en plena euforia económica antes de 2007 me enteré que una caja llegó pagar 60.000 euros para una charla de una hora. El hombre estuvo bien, pero no tanto como para pagarle 1.000 euros el minuto. Un abrazo y gracias por participar en este vídeoblog.
Interesante. Acabas de confirmar, científicamente, mi teoría. Me cuesta mucho asistir a actos “no obligatorios”. Podrían aprender del 125 aniversario de los “machotes” del vino: gran diversidad de nuevos acontecimientos; caldos y manjares incluidos. Con maridajes. Por eso me gusta mi retiro. Ya te comentaré, si el tiempo, la salud y la autoridad lo permiten.
Hola Ángel Luis:
Gracias por tu comentario (bastante misterioso) a este vídeopost. Esperamos tu próximo comentario, si el tiempo, la salud y la autoridad te lo permiten. Un abrazo.