En plena milla de oro del Paseo de Gracia, entre las tiendas de marcas de lujo y el glamour de los edificios modernistas, se sitúa otra joya de la hostelería barcelonesa: Monument. Inaugurado recientemente tras una cuidada restauración del palacete premodernista Casa Enric Batlló que acogía el antiguo Hotel Condes de Barcelona, ha sido reconvertido ahora en un establecimiento de 5 estrellas gran lujo, gracias a la intervención de los arquitectos Tote Moreno y Carles Bassó.
Respetando su fachada y estructura, han conseguido dotar al hotel de una estética vanguardista que conserva preciosos espacios como sus patios interiores o su escalera de piedra. Las espaciosas habitaciones, muy luminosas y bien insonorizadas, son diáfanas y juegan con la madera en suelo y paredes, que alternan con el ladrillo visto y un bonito baño, integrado en la estancia y separado por puertas correderas. Decorado en tonos negros y grises, el aseo posee ducha y bañera y amenities de Jo Malone.
En las plantas superiores, los vanos se abren a pequeñas terrazas que permiten asomarse a la calle Mallorca y observar de refilón el animado ambiente del Paseo de Gracia. Los espacios comunes, como la recepción o el hall, son más bien pequeños, amoldados a la estructura del inmueble. Tiene un escueto gimnasio y un spa, muy recomendable con masajes y tratamientos de belleza aplicados con cosméticos Valmont.
Otra de sus señas de identidad es que en su planta baja, además de un bar para degustar cócteles y un restaurante propio donde se ofrecen también los desayunos, alberga al restaurante Lasarte de Martín Berasategui, recientemente laureado con 3 estrellas Michelin, y que merece un comentario aparte. La ubicación del hotel es otra de sus ventajas, al situarse en una de las grandes arterias de Barcelona, sin duda la más comercial de todas, y muy próximo a algunos de los iconos arquitectónicos de esta urbe, como la Pedrera o la Casa Batlló. El servicio del hotel es muy atento y profesional.