Un incesante murmullo, como el que provoca una colmena de abejas, se cuela suave por los enormes ventales de las habitaciones del Hotel DO Plaza Real con vistas a unas de las plazas más bonitas de España, que lleva su nombre. Es sin duda el preludio a un interesante paseo por la cosmopolita Barcelona.

Con tan sólo 18 habitaciones, este hotel abierto hace un par de años se ubica en un lugar estratégico, al lado de Las Ramblas y muy próximo a la zona marítima. Rehabilitado íntegramente su interior, respetando la fachada, posee una gran escalera de caracol como elemento esencial de su diseño ya que ocupa un espacio principal tanto en el hall que alberga un bar, como en el restaurante, situado en la bodega del edificio, bajo una arcada de ladrillo visto.

Calificado como hotel gastronómico, ofrece una carta corta pero con suculentas variedades como Salmonetes ahumados, Verduras naranjas con anguilas, Gamba del Cabo de Creus con espuma de ajo, y arroces, entre otros, el de Setas, butifarra negra y tomillo. También tiene pescados y carnes, entre las que destaca la especialidad de Chuletón de vaca vieja.

Los postres requieren ser mecionados, como su Surtido de quesos o la Bola de 9 chocolates. También sirven una carta menos seria en la terraza ubicada en un ala de la plaza bajo los soportales. El hotel posee un pequeño spa. Las estancias, muy espaciosas, sobresalen por sus techos altos y su decoración en tonos blanco y marrón. El baño, muy amplio y bien equipado con toallas de calidad y amenities de Molton Brown, posee ducha y bañera.

Dos Cielos, la cocina al descubierto

El restaurante Dos Cielos, dirigido por los hermanos Torres, que mantiene una estrella Michelin, apuesta por una cocina de alta calidad que resulta un espectáculo para los amantes de la gastronomía. Situado en la planta 24 del Hotel Meliá Barcelona Sky, se accede previo paso por una terraza de apreciado diseño con unas vistas magníficas sobre la ciudad de Barcelona con el Mediterráneo de fondo. Hay que atravesar la cocina a modo de umbral abierta a los comensales, donde uno se puede recrear con el trabajo laborioso de los cocineros. Mantienen algunos platos ya tradicionales en su oferta, como el Buey de mar hembra, los Raviolis rellenos de foiegras o el Arroz negro con cañadillas y espardeñas. Sublimes otras creaciones como Ostras, pepinos y hojas, Anguila en civet o Bogavante frío del Mediterráneo. Buena bodega, excelente pan y lentos en el servicio.