a

Vicente Garrido Capa: El eterno aprendiz

El presidente de Lingotes Especiales, con 84 años y casi 6 décadas de trayectoria empresarial, aconseja “transitar por la vida con los ojos y la mente bien abiertos”
Vicente Garrido Capa, presidente de Lingotes Especiales.
Vicente Garrido Capa, presidente de Lingotes Especiales.

Vicente Garrido Capa (Medina de Rioseco, Valladolid, 1932), presidente de Lingotes Especiales, es con toda seguridad uno de los empresarios en activo más veteranos de Castilla y León. A sus 86 años, acude cada mañana a las oficinas de la compañía en la céntrica calle Colmenares de Valladolid y recuerda, entre los cientos de anécdotas que han jalonado su vida profesional, una frase que escuchó en sus primeros años al frente de la compañía hace casi medio siglo en Alemania, y que le ha acompañado como filosofía de vida.

“Asistíamos a una feria y estábamos en un restaurante. Yo contaba 37 años, y Fermín Roa, de 74, me dijo: la vida se pasa muy rápido, pero si te aplicas un poco, te da tiempo a hacer muchas cosas”. Y el empresario da fe de que así es. “Esas palabras me llegaron muy adentro y nunca se me olvidaron. Hay que aprovechar el tiempo, hacer cosas”, enfatiza.

Familia de médicos

Garrido Capa no pertenece a una saga empresarial. Hijo de padre y abuelo médicos forenses, el único antecedente emprendedor en su familia es el de un abuelo que montó una fábrica de velas. “Yo siempre tuve inquietud y atracción por hacer algo”.

De hecho, antes de acabar la carrera constituyó junto a unos amigos la empresa Sudem, con la que “comprábamos árboles para vender todo lo maderable. El negocio duró 2 años; no me llenaba”. Posteriormente trabajó en la fundición cántabra Montaña Quijano y más tarde en una industria de fécula de patata. Esa experiencia laboral le sirvió como escuela y rampa de lanzamiento para, en 1968, fundar Lingotes Especiales.

El empresario riosecano se autodefine como “perfeccionista, detallista y una persona con bastante tesón”, y siempre ha basado su gestión al frente del negocio en una norma: “los riesgos, que efectivamente hay que correr, han de ser medidos”. En ese sentido, recuerda una alianza con el gigante Alcoa, “que no salió bien y con la que perdimos dinero, pero que no comprometió nuestra continuidad”.

Control

Respecto a sus aspiraciones -no le gusta el término ambiciones-, compartidas por todo su equipo, “siempre han sido tener un mejor sistema, un mejor producto y ser considerado mejor suministrador”. Además, añade: “nuestra empresa tiene un peculiar modelo de gestión, basado en tener el mayor control posible de todo lo que hacemos. Analizar cuanto antes para saber si algo se hace mal y corregirlo tan pronto como sea posible”, precisa.

Con 6 décadas de experiencia empresarial a sus espaldas, Garrido Capa recuerda otras crisis económicas, como las del 81 o la del 93, y los inicios de Lingotes Especiales, una empresa “creada entre amigos, pero en la que siempre han estado las puertas abiertas para salir y entrar”. En una primera fase, el negocio era muy modesto, con apenas tres personas para toda la gestión; hoy cuenta con medio centenar de titulados superiores.

“Más que hitos, en la empresa hemos ido subiendo escalones que han marcado su trayectoria, como el paso de los pequeños a los grandes clientes; los inicios de la exportación -en la actualidad, Lingotes Especiales destina el 80% de su producción a los mercados exteriores-, la salida a Bolsa en el año 1989; la integración de la mecanización en nuestras referencias para ofrecer un producto acabado; y la apertura de la planta en la India recientemente puesta en marcha”.

Equipo humano

El mayor orgullo de Garrido Capa, que fue presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid desde 1987 a 2006, es el equipo humano que se ha formado, sin el que habría sido imposible el desarrollo, la tecnología y la consideración por parte de los clientes.

La jornada laboral de este empresario ha cambiado mucho en 6 décadas. El ritmo frenético y los continuos viajes se han ido suavizando con el paso de los años. En la actualidad, pasa la mañana en las oficinas  y 2 veces al mes asiste a las reuniones en la fábrica. Sin  embargo, confiesa estar abierto las 24 horas del día, con la cabeza trabajando sin cesar.

 Su principal afición son los caballos, que cría en su finca. Él ha practicado hípica, como sus hijos y nietos, participantes en concursos de salto. La agricultura y la ganadería son sus 2 grandes pasiones.

Economía productiva

Garrido Capa confiesa ser un enamorado “de la economía productiva, de los procesos con valor añadido, de crear cosas. Lo que crea riqueza es el valor añadido y lo único que salva a un país es la industrialización, aunque comprendo que ha de haber servicios”, asegura.

Inspiración “a fogonazos”

Preguntado sobre de dónde le viene la inspiración, Garrido Capa, responde sin dudar: “a fogonazos”, y rememora “la noche que se me ocurrió acometer la mecanización de las piezas. Llegué a la empresa a la mañana siguiente y en 2 días estábamos en Italia cerrando el trato y en la actualidad tenemos la planta más tecnificada de Europa”.

El empresario hace una reflexión, a modo de recomendación: “por este mundo hay que transitar con los ojos y la mente bien abiertos, siempre hay algo de lo que se puede aprender”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre la protección de datos:
· Responsable de los datos: Ediciones La Meseta, S.L.
· Finalidad: Enviar un comentario
· Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar o suprimir los datos, así como otros derechos como es explica en la política de privacidad.
· Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre la protección de datos aquí.

Noticias relacionadas

Ir al contenido