Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda, advirtió que 2011 será un “año exigente” para todas las comunidades autónomas, que requerirá “sacrificios” y “decisiones difíciles” para reconducir el estado de las cuentas públicas, tanto estatales como regionales, con el objetivo de pasar del déficit del 2,4% del PIB marcado para 2010 al 1,3% fijado para 2011.
Respecto a la polémica surgida en torno a las competencias de las autonomías y al modelo autonómico actual, calificado de inviable por José María Aznar, ex presidente del Gobierno, Ocaña negó que sea necesario “podar las autonomías”. A su parecer, es necesario mejorar la gestión para hacer más con menos recursos y adaptarse así a las nuevas exigencias económicas. En todo caso, precisó que este hecho no afecta al modelo descentralizado actual. Reconoció la posibilidad de haber cometido “excesos” en el desarrollo de consorcios y empresas públicas adscritas a los gobiernos, pero insistió en que se trata de “racionalizar el gasto y hacer las cosas mejor”.
Por otra parte, Ocaña suscribió las palabras de José Luís Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, quien el lunes avisó de que el Ejecutivo intervendrá si las comunidades autónomas no recortan su gasto y sus niveles de deuda. En este sentido, explicó que el Estado analizará los planes de reequilibrio económico financiero que debe presentar cada región “para seguir aplicando estrictamente las autorizaciones de endeudamiento para que el gasto se adapte a lo que tiene que ser”.
Europa Press