El Índice de Precios al Consumo (IPC) experimentó en febrero en Castilla y León un incremento interanual del 3,8%, 2 décimas por encima de la tasa nacional y 3 décimas más que el aumento que experimentaron los precios en enero de este mismo año.
Según datos de la Dirección General de Estadística, el encarecimiento de los productos y servicios fue más acusado en las provincias de Ávila (4,4%), León (4,2%) y Segovia (4,1%). Por detrás se encuentran Salamanca y Zamora, con el 3,8%; Valladolid, con el 3,7%; y Burgos, Palencia y Soria, todas ellas con el 3,6%.
Notable encarecimiento del tabaco y el alcohol
Este incremento del IPC en Castilla y León es la consecuencia del elevado incremento interanual registrado en los grupos de Bebidas alcohólicas y tabaco (14,9%), Vivienda (10,1%) y Transporte (9,6%). Por el contrario, los precios se rebajaron en los apartados de Medicina (0,3%), Comunicaciones (0,7%) y Ocio y Cultura (0,2%).
En una posición intermedia, la subida de precios fue moderada en la Enseñanza (2,9%), Otros bienes y servicios (2,8%), Hoteles, cafés y restaurantes (2,2%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,6%), Menaje (0,6%) y Vestido y calzado (0,3%).
Temor de Cecale a un IPC que reste competitividad
En vistas a estos datos, la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) manifestó su temor por la posibilidad de que un aumento “descontrolado” de los precios que incida negativamente en la competitividad y en el empleo de la comunidad autónoma. La patronal se lamenta porque el valor de los productos y servicios “se ha disparado” y eso sin contabilizar aún el incremento de los carburantes.
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