Milagros Marcos, consejera de Agricultura y Ganadería, presentó este viernes el Mapa de Infraestructuras Agrarias de la provincia de Salamanca, que contará con una inversión superior a los 106,5 millones y con el que se planifican de manera ordenada y transparente las concentraciones parcelarias y sus infraestructuras rurales, la modernización y los nuevos regadíos de 1.230 explotaciones, que suponen casi 55.000 hectáreas.
Este Departamento ha diseñado el nuevo Mapa de Infraestructuras Agrarias con 3 objetivos claros: crear riqueza en el sistema agrario y agroalimentario y mejorar tanto el desarrollo socioeconómico como el medioambiental de las zonas rurales. El regadío y la concentración parcelaria han sido y siguen siendo uno de los pilares estratégicos del desarrollo rural y del equilibrio territorial. Este nuevo modelo de trabajo que contará con una inversión superior a los 610 millones de euros en la comunidad autónoma.
La iniciativa presentada este viernes en Salamanca mejorará la productividad y la competitividad del sector agrario de la provincia corrigiendo desequilibrios, especialmente en las zonas más desfavorecidas o con limitaciones; aumentará la rentabilidad de las explotaciones mediante un uso más eficiente de los medios de producción, diversificando las producciones y optimizando su calidad, con la finalidad de adecuarse a las necesidades de los mercados.
Mejorará también el nivel de vida de los agricultores al incrementarse la productividad, la competitividad y la renta agraria de sus explotaciones. Persigue, además, convertir el sector agrario en un atractivo para los jóvenes y mejorar el acceso de la mujer, así como potenciar el desarrollo de la industria agroalimentaria. El número de incorporaciones de jóvenes en zonas modernizadas es un 40% superior y la inversión privada de los agricultores es un 36% mayor.
Esta planificación ordenada de las infraestructuras agrarias y la modernización y puesta en marcha de nuevos regadíos tiene beneficios ambientales, como la mejora de la eficiencia del uso del agua (se reduce hasta un 20% el consumo); el ahorro energético; la reducción de la contaminación difusa en aguas subterráneas y superficiales en más del 30%, lo que contribuye a la sostenibilidad de la actividad agraria y al ahorro de productos fitosanitarios (entre un 25 % y un 30 % en el abonado nitrogenado); así como la disminución del consumo de fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero.
La planificación de Salamanca
A través del Mapa de Infraestructuras Agrarias se contemplan 3 tipos de actuaciones en la provincia de Salamanca. Por un lado, las infraestructuras rurales, donde se invertirán casi 18,5 millones de euros para adecuar caminos y accesos en 47.729 hectáreas de las zonas de concentración parcelaria de Cerezal de Peñahorcada, Villasbuenas, La Cabeza de Béjar, Sobradillo, Hinojosa de Duero, El Tejado, Vilvestre, Cilleros de la Bastida y La Bastida y Casablanca de Arriba, en las que se encuentran las ya finalizadas de Ahigal de los Aceiteros, Cantalpino, Bogajo, Narros de Matalayegua, Rinconada de la Sierra, Pereña de la Ribera y Navarredonda de la Rinconada.
Por otro lado, la modernización de regadío, para la que está prevista una inversión superior a los 4,1 millones de euros, y que se centrará en el Canal de Zorita, donde se mejorará la competitividad y la rentabilidad de 461 hectáreas. Con esta actuación, la provincia de Salamanca estaría modernizada al 96 %.
Y, por último, la conversión de nuevos regadíos, donde se llevará a cabo una de las mayores inversiones en este tipo de obras de toda la comunidad autónoma: 84 millones de euros para transformar en regadío 6.719 hectáreas en La Armuña.
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