La aportación directa e indirecta del sector eólico al PIB español fue de 3.207 millones de euros a lo largo de 2009, lo que representa un descenso del 15,7% respecto al año anterior y rompe la tendencia al alza de los ejercicios precedentes, según concluye el Estudio del impacto macroeconómico del sector eólico en España en 2009, elaborado por la consultora Deloitte y presentado hoy en Madrid por la Asociación Empresarial Eólica (AEE). No obstante, la aportación del sector al PIB ascendió a 6.197 millones de euros durante los últimos tres años, período en el que las primas que percibió la eólica sumaron algo más de la mitad, 3.706 millones. Estas ayudas costaron 1,3 euros al mes a cada hogar medio español en ese intervalo temporal, mientras que supusieron ahorros importantes para los grandes consumidores industriales.
En base a los datos aportados por Deloitte, el sector daba empleo (directa e indirectamente) a 35.719 personas a finales de 2009, lo que supone una reducción de más de 5.000 empleos respecto al año anterior. La AEE ya advirtió que se produciría esta destrucción de empleo como consecuencia de la puesta en marcha del Registro de Preasignación en mayo del pasado año. Esta tendencia se está prolongando en 2010, año en el que la “incertidumbre reguladora” mantiene paralizada una parte importante de la actividad del sector.
Además, el documento afirma que el sector eólico permitió un ahorro de 1.541 millones de euros a la economía española por la sustitución de importaciones de combustibles fósiles. Asimismo, se evitó el gasto de 270 millones como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero que no se realizaron. El sector exportó por valor de 2.104 millones el pasado año, aportó 213 millones a la balanza fiscal e invirtió 156 millones en I+D+i. “La principal conclusión que se deriva del estudio realizado es que el sector eólico español es un referente para la economía nacional. La posición competitiva alcanzada no debe desaprovecharse”, afirma. La consultora hace hincapié en que el eólico es un sector clave para el futuro por su efecto mitigador del cambio climático, la reducción de la dependencia energética española y la posibilidad de “desarrollar industrias que aporten valor añadido y contribuyan a la generación de empleo cualificado e impulsen el cambio de modelo productivo que necesita España”.
Los reties del sector
Deloitte también hace referencia a los retos que se enfrenta el sector, entre los que destaca la necesidad de definir “un marco regulatorio adecuado, previsible y estable, como se hizo en el pasado”; la especialización en las actividades “con mayor valor añadido” en vistas a una mayor competitividad de la industria; una “apuesta decidida” por la I+D+i; y la internacionalización del sector.
Tras la presentación de las cifras de 2009, Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas de AEE, hizo referencia a la situación de 2010, año en el que se ha frenado el ritmo de instalación respecto a años anteriores. Asimismo, se refirió al Plan Nacional de Energías Renovables (Paner) 2010-2020, que el Gobierno ha enviado a Bruselas como hoja de ruta para cumplir los objetivos exigidos a los países de la Unión Europea en 2020. Estos objetivos, que son vinculantes, exigen que en diez años el consumo de energía procedente de fuentes renovables sea del 20%. En lo que va de año, la eólica ha cubierto cerca del 17% de la demanda de electricidad de España.
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