Iberdrola tiene previsto mantener su ritmo inversor en el período 2010-2012, con una cifra cercana a los 16.000 millones de euros. El objetivo es ampliar sus proyectos de crecimiento orgánico y consolidar su expansión internacional, tras superar los 2.870 millones de beneficio neto el pasado ejercicio.
El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán, que hoy celebra el Día del Inversor, precisó que la partida más importante (5.600 millones) se destinará al área de redes, seguida de los 5.300 millones dirigidos a las energías renovables, los 2.400 millones invertidos en la compra de la distribuidora brasileña Elektro, los 2.200 millones para generación y comercialización de electricidad y otros 300 millones cuyo destino no está definido por el momento.
Fruto de este esfuerzo inversor, la compañía prevé alcanzar un crecimiento anual de entre el 5% y el 9% del Ebitda y del beneficio neto recurrente (sin extraordinarios), una horquilla que en el caso del beneficio operativo bruto ya ha sido superada en los resultados de 2010. Además, la empresa contempla mantener la política de retribución a los accionistas.
Proyectos en España
La actual estrategia de Iberdrola incluye numerosos proyectos para España y Portugal. Aparte de seguir desarrollando infraestructuras de distribución, que incluyen proyectos de redes inteligentes como los de Castellón o Bilbao, la compañía lleva a cabo algunas de las plantas hidroeléctricas más importantes del mundo, que entrarán en servicio esta década.
En España instalará 1.050 MW adicionales, ampliando las plantas de La Muela (Valencia) y San Esteban y San Pedro (Galicia). En Portugal construirá el complejo del Alto Támega, uno de los mayores desarrollados en Europa en los últimos 25 años, con más de 1.000 MW. En el resto de Europa, el grupo se centrará en el desarrollo eólico.
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