Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) mostró su más profundo desacuerdo en relación al punto número 84 del acuerdo para la recuperación económica y social firmado por las diferentes fuerzas políticas de la comunidad autónoma, en el que se incluye “suspender el trámite por el que se debate el Proyecto de Ley para la práctica eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre familiares directos”. Para la citada agrupación, la medida es “improcedente e inoportuna para las personas afectadas por Covid-19 y en especial para los familiares de los más de 5.000 fallecidos por la enfermedad que están sufriendo no solo la pérdida personal, sino también la pérdida de capacidad adquisitiva”.
Sorprendido y decepcionados
Además, los socios de EFCL se muestran “sorprendidos y decepcionados por el incumplimiento electoral del Partido Popular, ya que esta medida fue anunciada en su programa electoral y ratificada en numerosas ocasiones por distintos miembros del Gobierno regional una vez elegido por los castellanos y leoneses”; y añaden en un duro comunicado: “nos sentimos discriminados con otras comunidades autónomas en las que este impuesto ha sido ya prácticamente eliminado, lo que pone de manifiesto una desigualdad clara entre territorios en nuestro país”.
Para EFCL, se trata de un impuesto declarado por gran parte de la doctrina jurídica europea como “manifiestamente injusto”, ya que se entiende que se gravan bienes por los que ya se ha tributado con anterioridad. Según EFCL, el efecto recaudatorio es mínimo pues el impuesto para familiares directos recauda 38,8 millones (33,9 millones de euros en sucesiones y 4,9 en donaciones), lo cual supone un 0,35% de la cantidad recaudada por todos los impuestos.
Medida partidista e ideológica
“Entendemos que se trata de una medida partidista e ideológica, muy alejada de lo que necesitamos las empresas y ciudadanos para la reconstrucción económica y del empleo en nuestra tierra”, aseguran en la asociación, donde destacan que este tipo de medidas “genera desafección por la Comunidad, por la tierra de la que muchos nos sentimos tan orgullosos y puede acelerar la deslocalización de empresas y la despoblación en favor de comunidades vecinas que no gravan el impuesto”.
Castilla y León Económica.
