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El presidente de UCAR destaca el carácter vertebrador de las cajas rurales de Castilla y León en las zonas periféricas

Empresas y expertos coinciden en la importancia de las telecomunicaciones y la conectividad para dinamizar estos entornos
Foto de familia de los ponentes de la jornada.
Foto de familia de los ponentes de la jornada.

Pedro García Romera, presidente de la Unión de Cajas Rurales de Castilla y León (UCAR), destacó este jueves en la presentación de la jornada Claves para el Desarrollo Rural de Castilla y León organizada por Castilla y León Económica con el patrocinio de esta agrupación financiera, que estas entidades se están constituyendo como un elemento vertebrador, pues “nacieron para dar cobertura a la economía rural y todavía estamos allí, para impulsar actividades que permitan el fomento de la economía local”.

En esta línea, las 4 cooperativas de crédito de la región gestionan un volumen de negocio de más de 11.000 millones de euros y dan empleo a más de un millar de personas, con una red de 300 oficinas. Así, incidió en que Caja Rural de Salamanca, Caja Rural de Soria, Caja Rural de Zamora y Cajaviva Caja Rural se han convertido “en el último reducto financiero autónomo de Castilla y Léon, ya que es dentro de la comunidad autónoma donde están situados todos nuestros centros de toma de decisiones y es aquí donde pagamos nuestros impuestos. Somos las únicas entidades financieras españolas que lo hacen”.

La cuota de penetración de las cajas rurales en el mundo cooperativo de la región es del 100%, mientras que la de inversión crediticia es del 6% y la del ahorro de clientes alcanza el 11%.

“Trabajo sostenible”

A su juicio, las cajas rurales siempre han trabajado de forma meditada y sostenible “para hacer visible a la sociedad que hacer otro tipo de banca es posible. Nosotros queremos estar aquí, donde estamos, también mañana, ya que tenemos mucho por hacer”. Al hilo de esta afirmación señaló que Castilla y León es uno de los territorios que más precisan de políticas de reequilibrio territorial y demográfico, pues con 94.000 kilómetros cuadrados es la mayor comunidad autónoma española, pues ocupa el 18,6%, pero alberga sólo al 5,39% de la población. “El problema no sólo es nuestro, también de España y Europa”, puntualizó.

Mesas redondas

El acto contó con 2 mesas redondas, ambas moderadas por Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica, quien apuntó que para promover el desarrollo de las zonas rurales “es necesario consolidar una actividad empresarial que genere empleo y riqueza, porque sin empresas es imposible fijar población en los núcleos radicados lejos de las ciudades. Los habitantes de esas zonas quieren disfrutar de unos servicios sociales de calidad para no ser ciudadanos de segunda, pero también quieren tener garantizado un futuro laboral, y eso sólo lo pueden hacer los negocios de una forma sostenible en el tiempo”.

Y añadió: “Hoy en día, el mayor reto económico al que se enfrenta Castilla y León no es la Industria 4.0, ni la robótica, ni la economía colaborativa. No, hoy en día el mayor problema que tiene Castilla y León es su galopante despoblación, sobre todo en las zonas rurales”.

En la primera de ellas, titulada La visión del sector empresarial y financiero, participaron Iván Sanz, director gerente de Bodega Dehesa de los Canónigos, una histórica empresa familiar de la Ribera del Duero ubicada en Pesquera de Duero, que se asienta sobre una propiedad de 500 hectáreas y que desarrolla varias líneas de actividad, como la elaboración de vinos, el enoturimo y la producción agrícola, con una facturación que roza los 3 millones de euros de los que el 25% procede de la exportación a países como Suiza, Dinamarca, Suecia, Alemania, EE UU, México, Puerto Rico o República Dominicana; Roberto García, director general de Castilla Termal Hoteles, que cuenta con una red de balnearios en edificios históricos con categoría de 4 y 5 estrellas ubicados en Olmedo, El Burgo de Osma, Valbuena de Duero y Solares y una cifra de negocio que alcanzará los 21,5 millones en 2018 con una plantilla de 300 personas y clientes de más de 50 países; Enrique Oliveira, presidente de Moralejo Selección, que con sede en la localidad zamorana de Coreses, es la única industria cárnica de ovino de España certificada para servir sus productos a las 3 religiones monoteístas, tiene una facturación de 50 millones y un equipo de 200 trabajadores y exporta el 30% de su producción a cerca de 40 países; y José María Chaparro, director general adjunto de Cajaviva.

Mientras que Sanz aseguró que desde el punto de vista empresarial el mundo rural “nos ofrece muchas oportunidades, como poner en valor un entorno excepcional para la elaboración del vino por las cualidades que ofrece”, al tiempo que profundizó en implementar actividades complementarias con ámbitos como el turístico, “que es uno de los motores económicos y un elemento dinamizador de este entorno”; el director general de Castilla Termal Hoteles comentó que en una gran ciudad “es quizá más sencillo poner en marcha una empresa, pero hacerlo en un entorno rural es más complicado pero más gratificante también. Las administraciones deben apoyar a las compañías con ayudas fiscales y económicas y con un impulso a las infraestructuras tecnológicas y de telecomunicaciones”.

Por su parte, Oliveira hizo hincapié en la importancia de contar con un equipo humano muy comprometido con el proyecto. “La empresa ha crecido muy rápido y se ha profesionalizado y nos ha permitido la expansión”, apuntó el presidente de Moralejo Selección, quien subrayó la ayuda prestada por la Caja Rural de Zamora a su iniciativa empresarial.

Cercanía

Por último, el director general adjunto de Cajaviva afirmó que las cajas rurales aportan conocimiento y cercanía “en un sector en el que parece que las decisiones se toman cada vez desde más lejos. La capilaridad que tenemos es muy importante, con casi mil profesionales trabajando en una red de 300 oficinas muy focalizados en la empresa”. Asimismo, ensalzó las ventajas que aporta la conectividad al mundo rural “para nuestro segmento y para todas las compañías allí ubicadas. Todavía en algunas ciudades de Castilla y León y en polígonos industriales no hay fibra óptica”.

Los ponentes de la mesa redonda La visión de los expertos y de las administraciones fueron Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación Provincial de Valladolid; Germán Barrios, presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León; Juan Carlos de Margarida, presidente del Colegio de Economistas de Valladolid; y Hugo Ureta, director de Relaciones Institucionales de la Fundación Michelin España Portugal.

En su intervención, Carnero destacó el Plan Impulso puesto en marcha por su institución en 2013 para luchar contra el desempleo a través del desarrollo económico de la provincia de Valladolid. “Para ello, colaboramos con distintas organizaciones sociales y empresariales para que sea un éxito”. Así, recordó que cuando se implementó había más de 50.000 parados y en la actualidad son más de 31.000 desempleados.

Envejecimiento

El presidente del CES de Castilla y León ahondó en que Castilla y León  “es la comunidad autónoma más extensa y la quinta a nivel europeo, pero con sólo 2,1 millones de personas. Tenemos problema de densidad y disparidad de población, a lo que se suma el envejecimiento, pues 1 de cada 4 habitantes tienen más de 65 años”. Para paliarlo, reclamó financiación, comunicaciones, conectividad y ordenación del territorio a través de entidades intermedias para solucionar el problema de los servicios asistenciales.

Por su parte, De Margarida subrayó que entre las claves para promover el desarrollo rural se encuentran no tener una visión estanca, “pues la globalización nos tiene que hacer ver que más allá de nuestra comarca y región hay más mundo”, aprovechar las ventajas de la diversidad de la población y tener un sistema colaborativo de todos los agentes territoriales. “Lo fundamental es tener un plan estratégico para saber qué objetivos tenemos, a dónde vamos y que lo que se va a hacer es a medio y largo plazo”, dijo.

Para Ureta, la gente del mundo rural tiene una serie de valores de compromiso y esfuerzo “que se da más que en las ciudades”. En esta línea, indicó que este entorno tiene fortalezas como la hostelería, con 3 de las 11 estrellas de la Guía Michelin en restaurantes ubicados en pueblos. “Con nuestra publicación podemos colaborar con el desarrollo rural asociado al turismo rural dando a conocer estos establecimientos”, comentó.

Castilla y León Económica

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