El Índice de Precios de Consumo (IPC) disminuyó una décima en junio de 2011 en Castilla y León, lo que sitúa la tasa interanual en el 3,4% (3 décimas por debajo del mes anterior). En el conjunto español los precios son un 3,2% superiores a los de hace un año, según datos de la Dirección General de Estadística.
El alza que han experimentado los precios en Castilla y León a lo largo del último año se deben, fundamentalmente, a la repercusio?n del precio de los grupos de vivienda (9,5% más), transporte (7,7%) y bebidas alcoho?licas y tabaco (4,1%). Entre los meses de enero y junio, la vivienda acumula el mayor aumento del IPC en la comunidad autónoma (5,3%), mientras que en el extremo opuesto se encuentra la categoría de vestido y calzado, con un descenso del 4,5%. La variación media en este período es del 1,2%.
Durante el mes de junio, los incrementos más notables se dieron en Segovia (3,7%), Ávila, Burgos y León (todas ellas con el 3,6%), aunque en todo caso la diferencia es muy leve con Salamanca, la provincia donde el IPC se mantuvo invariable ese mes (3,1%). Entre enero y junio los mayores aumentos de los precios se dieron en Burgos y Segovia (1,4%) y los menores en Palencia, Salamanca y Soria (0,8%).
En la distribución por comunidades autónomas, los mayores alzas del IPC en junio se registraron en Castilla-La Mancha (3,6%), Asturias, Cantabria y La Rioja (3,5%) y Castilla y León y Galicia, con el 3,4%. A la cola, Canarias, con el 2,7%.
IPC “descontrolado”
Tras conocer estos datos, la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) comprueba cómo “el incontrolado comportamiento de los precios está ofreciendo un índice inflacionario muy superior a las previsiones gubernamentales y a las recomendaciones de las autoridades económicas de la UE, a la vez que, tal y como se desprende por los sectores más oscilantes, no indica ningún tipo de dinamismo en el mercado interno ni incentivación alguna del consumo”.
La patronal castellana y leonesa atribuye los descensos más acusados a la “guerra” de precios de las empresas tabaqueras, “con su lógica repercusión fiscal”, tal y como ocurre con los relativos a las bebidas alcohólicas, así como al adelanto “más o menos camuflado” del período de rebajas. Mientras tanto, recuerda que los incrementos más acusados se dan en el los diferentes subsectores de la hostelería y en ocio y cultura “como consecuencia de la estacionalidad vacacional”.
“Con este análisis se consolida la tendencia de meses anteriores en los que el retraimiento del consumo, derivado de la crisis económica y de la escasez de circulante, está dificultando la recuperación económica sin que se atisben indicios para un cambio de tendencia toda vez que no se adaptan las indispensables medidas para incentivar el consumo y dinamizar los mercados”, concluye.
Esfuerzo de contención de precios
Por su parte, Tomás Villanueva, consejero de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, solicitó al Gobierno que haga un esfuerzo para lograr la contención de precios y apuntó al elevado precio de los carburantes como una de las causas de la inflación. A su juicio, este “elevado” IPC es el causante de la “atonía” en el consumo y la inversión.
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