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El CES de Castilla y León aconseja crear una plataforma de la Industria 4.0 para dinamizar el empleo

Con el fin de aprovechar el potencial de la era digital
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De izquierda a derecha, Marcos Peña, presidente del CES; Carlos Fernández Carriedo, consejero de Empleo; y Germán Barrios, presidente del CES de Castilla y León.

Un informe del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León afirma que la Industria 4.0 necesita un proceso masivo de recualificación profesional, pide medidas que impulsen el tamaño empresarial y destaca la internacionalización como factor para el crecimiento y la productividad.

“La economía del conocimiento y la digitalización de la industria aportarán beneficios al desarrollo industrial, reforzando la competitividad de nuestras empresas, favoreciendo el crecimiento y la generación de empleo. Estamos ante una oportunidad para la creación de puestos de trabajo cualificados y de calidad. Por ello, desde el Consejo abogamos por la constitución de una plataforma de la Industria 4.0 en la comunidad autónoma, que promueva el cambio estructural digital y proporcione un marco integral que facilite el impulso de este modelo industrial”, asegura Germán Barrios, presidente de esta entidad.

El estudio publicado por el CES se titula Análisis dinámico del tejido empresarial de Castilla y León. Descripción del panorama actual, factores determinantes y líneas de actuación y hace hincapié en que se debe orientar, tanto la formación de los trabajadores actuales como la educación reglada, a las nuevas necesidades de la actividad industrial.

Red de cooperación

La entidad incide en que  la plataforma tendría que establecerse como una red de cooperación entre todos los agentes sociales y económicos; al tiempo que constata que la Industria 4.0 es necesaria para reforzar y estimular el crecimiento, la generación de empleo, la mejora competitiva y de la calidad de vida.

“Por eso, instamos a las partes a promover la estrategia de la digitalización de la economía”, apunta el presidente del CES en Castilla y León, quien recalca que se debe avanzar en la prospección del trabajo del futuro “y en el despliegue de las medida  para amortiguar las posibles consecuencias negativas en el empleo que puede conllevar el desarrollo tecnológico”.

A su juicio, la transformación digital de la industria va a requerir superar la brecha existente entre el aumento de la demanda de profesionales en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas y la disminución del número de alumnos que se forman en estas materias.

En este contexto, “y ante el rotundo dato de que una tercera parte de la población activa sólo ha finalizado la enseñanza obligatoria”, reclama procesos de recualificación profesional intensivos en materias de la Industria 4.0 y cree imprescindible potenciar la formación profesional dual.

En esta línea, el informe indica que la especialización productiva tiene que ir acompañada de un aumento de innovación como factor clave para la competitividad, “en lo que tienen un papel clave los empresarios y directivos”.

El documento apunta que también se debe impulsar la transferencia de conocimiento y la colaboración entre empresas y universidad. En este escenario, se debe generar un marco definido de colaboración público privada para incidir en la mejora del sistema universitario.

Ciencia y tecnología

Ante estas conclusiones, el CES recomienda elevar el gasto en ciencia y tecnología para que se sitúe en la media de la UE, del 2% del PIB, y avanzar para llegar al 3% en 2020. Esto implica que en los próximos años hay que hacer un esfuerzo por duplicar los recursos destinados a la I+D+i, tanto públicos como privados, en el marco de una estrategia regional para la digitalización de la economía que impulse su desarrollo.

“Este gran reto hace que consideremos imprescindible que las acciones en esta materia cuenten con el necesario enfoque transversal que abarque al resto de sectores, además de velar porque se dote de un marco legislativo estable y adecuado, se establezca una estrecha coordinación con planes europeos y autonómicos y se ejerza un apoyo decido a  medidas sectoriales, así como a proyectos tractores de especial relevancia para pymes y destinatarios finales”, comenta Barrios.

En cuanto a las distintas áreas de actividad, el CES señala que la región tiene un patrón de especialización económica definido por los seis sectores sobre los que está pivotando el cambio de modelo productivo, como son automoción, componentes y bienes de equipo; agroalimentación; salud y calidad de vida, ligado a la biotecnología y a la industria química y farmacéutica; energía y medio ambiente; hábitat; y turismo, patrimonio y lengua castellana.

“Su característica común es la de tener una mayor especialización que la media nacional, una gran capacidad de competir en los mercados exteriores, una evolución dinámica positiva a pesar de la crisis y un potencial de desarrollo basado en el saber hacer y las capacidades de Castilla y León”, puntualiza.

No en vano, la entidad pone en valor la estratégica situación de la región para acceder a los principales mercados nacionales, así como sus recursos endógenos, cuya explotación supone un motor de la actividad económica en los núcleos rurales y contribuye a fijar población.

Facilitar fusiones

El informe del CES de Castilla y León aconseja establecer apoyos al crecimiento de las empresas, fomentar los clústers y la cooperación entre actividades, “pues las estructuras empresariales pequeñas suponen una dificultad para aplicar políticas de innovación y exportación”. Al respecto, propone habilitar instrumentos que faciliten las fusiones, adquisiciones, colaboraciones y estrategias entre los negocios.

Respecto a la apertura al exterior, el presidente de la entidad, incide en impulsar la internacionalización, en especial de las pymes y microempresas, al fortalecer apoyos directos tanto en los mercados donde el tejido productivo ya está presente como en otros nuevos.

“Para crecer es preciso que haya inversión y que se impulse la imagen de la región como destino para el capital. También son necesarios mecanismos que faciliten financiación adecuada para los emprendedores y empresarios de Castilla y León y potenciar herramientas como el Consejo Financiero y la Lanzadera Financiera, que pueden ser clave para alcanzar una mayor cobertura y una reducción de los tiempos de tramitación y resolución de concesión de ayudas y liquidación efectiva de las mismas”, señala Barrios.

Más información en el número de noviembre de Castilla y León Económica

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