El 46% de los empleados que abandonan un puesto de trabajo lo hace para buscar otro empleo en el que resulte más fácil conciliar la vida laboral y la personal, según concluye un estudio elaborado por DBM Spain. El informe atribuye a la rigidez del mercado laboral español las reticencias a la hora de implantar esta práctica: “Nuestros incrementos salariales dependen del IPC, los despidos son caros y hay muchos profesionales que se amparan en la generosidad de la ley para trabajar lo menos posible. Ante esta situación, a los directivos les cuesta mucho ser aún más flexibles. Hay un miedo generalizado a que des un dedo y te quedes sin brazo”.
Entre las medidas más reclamadas por los empleados destacan la flexibilización de la jornada de trabajo, la provisión de servicios (guardería, gimnasio), fomentar el teletrabajo, implantar la jornada continua los viernes o alargar la baja por maternidad. Estas políticas empresariales son necesarias debido a la incorporación de la mujer al trabajo, “el desigual reparto de responsabilidades entre hombres y mujeres en la esfera privada, la perpetuación de la división del trabajo en función del género y un déficit de servicios comunitarios de apoyo afectan negativamente a la igualdad de oportunidades en el empleo, al equilibrio social, al entorno familiar, a la productividad empresarial y a la calidad de vida”.
Un tema de personas, no de gestión
La experiencia de DBM en múltiples organizaciones demuestra que la conciliación no es un tema de gestión sino de personas. Los profesionales autoexigentes y con altas dosis de responsabilidad son los que hacen posible la conciliación. Empresarios y directivos que tienen empleados a su cargo con esas características no suelen tener ningún miedo a dar flexibilidad y favorecer, por ende, la conciliación. “Sin embargo, los trabajadores que rigen su día a día en función de horarios, que ven la empresa como un castigo, que su única motivación es el salario al fin de mes, es muy difícil que lleguen a comprender esta filosofía”, sentencia el estudio.
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