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EFCL celebra su vigésimo aniversario en uno de los mejores momentos de su historia

Los presidentes de la Asociación repasan los intensos 20 años de una agrupación que se ha convertido en un referente en España
Presidentes de EFCL.
De izquierda a derecha, Carlos Tejedor, Gerardo Gutiérrez, Ginés Clemente, Antonio Pérez, José Miguel Isidro Rincón, José Santiago Vega, Juan Manuel González Serna y Sebastián Arias, durante el acto del 20 aniversario de EFCL.

Lo cantó Carlos Gardel en su célebre tango Volver: “…sentir que es un soplo la vida, que 20 años no es nada”. A buen seguro muchos de los empresarios que hace ya 2 décadas se sumaron a un ilusionante proyecto asociativo empresarial en Castilla y León compartan la reflexión de esta pieza musical.

Lejos queda ya aquella idea que soñó Mariano Rodríguez, el fallecido empresario salmantino fundador del Grupo MRS, y que se convirtió en realidad; y a la vez parece que fue ayer cuando un grupo de emprendedores charros constituyó el embrión de la que hoy es modelo y ejemplo de las asociaciones autonómicas de empresa familiar existentes en todo el territorio nacional.

Todo empezó, como decimos, en Salamanca, donde mediada la década de los años 90, casi una treintena de empresarios locales se unieron, liderados por Mariano Rodríguez, quien se trasladó a Madrid a ver a los responsables del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), en funcionamiento desde 1992, para exponerles su idea de poner en marcha el que a la sazón se bautizó como Círculo de la Empresa Familiar de Salamanca. Los objetivos eran en esencia los mismos de ahora: ayudar a las empresas familiares a que pasen de una generación a otra y defender que la transmisión de la actividad económica no esté penalizada fiscalmente.

Un proyecto regional

Eduardo Estévez, actual director de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL), que ostenta el cargo casi desde el primer día de la asociación, recuerda que al poner en marcha la agrupación salmantina, en Valladolid un grupo de empresarios se da cuenta de lo interesante de la iniciativa, ya que hasta la fecha no existía en la región un foro de unión de propietarios de negocios, ni formación e información para facilitar el relevo generacional.

Así la cosas, contactan con el Círculo de la Empresa Familiar de Salamanca y trabajan durante un año “para ver cómo ordenar esa necesidad”. Las 2 opciones que se barajan son constituir una organización homóloga en Valladolid u optar por una de ámbito regional. “Finalmente y con la generosidad de los empresarios salmantinos, se decidió apostar por un proyecto regional”, rememora Estévez.

El 27 de junio de 1997 se constituye oficialmente en Salamanca la asociación EFCL, con alrededor de 90 empresas de todas las provincias de Castilla y León. Y se decide elegir como presidente a un empresario representativo y de prestigio en Castilla y León. Su nombre, Juan Manuel González Serna, presidente del Grupo Siro.

Estévez recuerda cómo, de camino al Palacio de Congresos de Salamanca para celebrar la asamblea constituyente de la asociación, González Serna se dirigió a él y le dijo algo que aún hoy el director de EFCL no sólo recuerda, sino que tiene muy presente: “ahora que vamos a trabajar juntos, te pido dos cosas. Que no me trates de usted. Si tenemos que trabajar codo con codo hay que tener confianza, y la confianza empieza en el trato. Y segundo, que no me des siempre la razón. Tu llevarás el día a día, la gestión de la organización, manejarás toda la información. Cuando creas que yo estoy equivocado, quiero que me lo digas y que me lo argumentes”. Y así fue. Estévez asegura que fue “mi principal enseñanza en la asociación y la técnica que he empleado con todos los presidentes. Confianza y lealtad desde la sinceridad en los planteamientos”.

Estévez, que por aquel entonces contaba con 26 años, puso en práctica un truco más: se dejó barba. “Hacía falta no sólo tener madurez con este tipo de empresarios, sino aparentarla. Y funcionó. Es como si me hubiese sumado diez años de repente. Así conseguí acelerar mi integración con los empresarios de la asociación”, recuerda el ejecutivo salmantino con una sonrisa en los labios, al tiempo que se enorgullece al asegurar que le encanta su actividad. “Trabajo con la Champions de los empresarios, pero es que además en 20 años no hemos perdido ni un minuto gestionando problemas internos que no han existido. Nunca hemos votado nada”, detalla.

Primeros pasos

Juan Manuel González Serna, presidente del Grupo Siro, tomó las riendas de EFCL cuando la agrupación regional echó a rodar. “Haber sido aquel primer presidente de una asociación en ciernes y ser hoy presidente de Honor es para mí un gran orgullo. No sólo como empresario, sino también como ciudadano de esta región que me acogió desde el principio y que tanto me ha dado. Aquellos primeros años fueron una etapa de gran responsabilidad, enorme esfuerzo y mucho trabajo, pues aquel grupo de inquietos empresarios estábamos convencidos de que nacía una organización llamada a desempeñar un papel fundamental en España. Hoy puedo afirmar, contento y sin duda alguna, que EFCL es un referente. Comenzamos a sembrar una cultura propia, basada en el esfuerzo, la pasión, la reinvención y el compromiso con nuestra tierra y con nuestra gente, con la firme misión de representar y defender los intereses de las empresas familiares de Castilla y León, de todas ellas; de fomentar nuestros valores y de procurar la continuidad de nuestros proyectos más allá de nosotros mismos”, explica.

González Serna echa la vista atrás y asegura conservar muchos y muy buenos recuerdos de aquella etapa, “pero el nacimiento y los primeros pasos de la asociación son de los más importantes. En mi memoria siempre estará aquel grupo de grandes empresarios, con quienes tuve el honor de sembrar la semilla de esta organización un 27 de junio de 1997”, rememora.

Principales hitos

A juicio de González Serna, los principales hitos de EFCL con él al frente fueron “orientar la asociación hacia la formación y que pronto despertara interés como objeto de estudio, investigación y divulgación, otra de mis grandes satisfacciones de aquel período. En 1999 creamos con la Universidad de Salamanca la primera Cátedra de Empresa Familiar, con el fin de promover y fomentar iniciativas que tendieran al estudio de los retos de las empresas familiares. Una labor que fuimos ampliando, hasta contar actualmente con otras 4 Cátedras más, en las universidades públicas de Valladolid, León, Burgos y la privada UEMC de Valladolid”.

El emprendedor señala haber sido testigo de numerosos hitos de la asociación también como presidente de Honor. “Entre ellos, el Premio Familia Empresaria de Castilla y León, constituido en el año 2001, el primero de este tipo en España; el Congreso Nacional de Empresa Familiar en Castilla y León, que celebramos por primera vez en 2002; el nacimiento de Alentia en 2013, una iniciativa inédita en nuestro país. Y el hito más reciente, del pasado 10 de marzo, la incorporación de un Código Ético de obligado cumplimiento por todos los miembros de EFCL, para ser ejemplares y actuar también como ejemplo para otras empresas y para la sociedad en general”.

Al hacer balance de estas 2 décadas, González Serna asegura que estos 20 años “son sinónimo de unión, compromiso y crecimiento conjuntos. Sólo tenemos que ver su evolución. En 1997 éramos cerca de 90 empresas asociadas, con una facturación global de 5.000 millones de euros y 55.000 empleos generados. Ahora somos casi 140 empresas, con cerca de 10.000 millones de euros de facturación y empleamos a 70.500 personas, el 7% de la población de Castilla y León”, esgrime.

Pero al margen de cifras, el empresario incide en que una de las “mayores recompensas es sentir el cariño y el reconocimiento de nuestra gente, de nuestra tierra, que aprecia y valora a la empresa familiar como dinamizadora de la economía de la región y símbolo de orgullo”.

El presidente de Honor de EFCL también hace hincapié en otro aspecto importante: su papel con las administraciones. “Las empresas familiares de Castilla y León no sólo han conseguido formar un tejido empresarial sólido, siendo líderes y referentes a nivel nacional, sino también hacer de EFCL un respetado interlocutor para la Administración de la región. Y esa es la base de su fortaleza: ser un solo corazón, un perfecto engranaje para la economía de la comunidad autónoma, una fuente de retroalimentación de valor para las propias empresas y una sola voz ante las instituciones, agentes sociales y sociedad en su conjunto, aunando esfuerzos en defensa y representación de los legítimos intereses del tejido empresarial castellano y leonés”.

Mandatos

Tras la presidencia de González Serna llega al cargo Antonio Pérez González, en aquel tiempo presidente del Grupo Helios, el único empresario que ha permanecido al frente de la agrupación durante dos mandatos, de 1999 a 2004. Pérez González califica ese período como “muy bonito y provechoso, en el que se cumplieron ampliamente los objetivos marcados. En ese momento era importante ganar masa social; había que buscar adhesiones y lo conseguimos con la colaboración de todos”. El empresario subraya también el acierto en la sucesión de los respectivos presidentes de la asociación, así como la creación de las Cátedras, “que han sido un caldo de cultivo de conocimiento con magníficos resultados”. Pérez González ve en la actualidad a EFCL “muy fortalecida, con recursos importantes a nivel personal y directivo”.

Como “gran experiencia personal y un honor” califica Sebastián Arias, por aquel entonces presidente del Grupo Indal, el desempeño del tercer mandato (2004-06) en la presidencia de EFCL. A la sazón, la asociación “se estaba ganando un gran prestigio como referente del mundo empresarial en nuestra tierra y como ejemplo de agrupación de empresas familiares a nivel nacional. Prueba de ello es que siempre hemos sido un interlocutor de primer nivel con las autoridades regionales, a las que hay que agradecer también la excelente predisposición que han tenido siempre a escuchar nuestros planteamientos”.

Arias reconoce que, cuando llegó a la presidencia, EFCL ya había superado la etapa inicial, más complicada, pero no obstante había mucho por hacer. “Aunque el trabajo venía muy avanzado por mis predecesores, se remataron los beneficios de empresa familiar en los impuestos de Sucesiones y Donaciones, se trabajó en concienciar a nuestros asociados en la necesidad de ganar tamaño para acometer con mayores garantías las tareas de innovación e internacionalización que tan importantes se mostraron en los años posteriores al sobrevenir la crisis y en abordar el reconocimiento social de la empresa y del empresario, hecho en el que sin duda la asociación ha hecho una grandísima aportación a lo largo de todos estos años. EFCL era y es un ejemplo a seguir para el resto de asociaciones del país”, sostiene.

El empresario no duda en asegurar que en Castilla y León, la historia de EFCL “es desde luego una historia de éxito y aciertos. A mi juicio, el principal mérito de la asociación es hacer ver al empresario familiar que no está solo, que otros muchos en su entorno cercano comparten con él las mismas inquietudes, más allá de las propias del negocio”.

Décimo aniversario

Con Carlos Tejedor, presidente del Grupo Dibaq, se cumplía el décimo aniversario de la agrupación, ya consolidada. Para el empresario segoviano fue una etapa “inolvidable, llena de satisfacciones y aprendizaje en todos los sentidos. Por tanto, también de mucho crecimiento personal y profesional, con un magnífico equipo, tanto a nivel de Juntas Directivas como el ejecutivo, capitaneado por el director general. Creo que todos aprendimos, disfrutamos y crecimos juntos”.

Tejedor considera como hito más destacado durante su mandato la elaboración de un plan estratégico para la asociación, en el que participaron la mayor parte de sus miembros. Este documento recogía todos los ejes fundamentales de actuación conforme a los objetivos establecidos, con un sistema de evaluación interno y externo. Esta hoja de ruta “nos permitió dar un importante salto cualitativo y revisar aspectos significativos en nuestra relación y modos de colaboración con el propio IEF y el resto de agrupaciones regionales”.

Otras cuestiones que destaca el empresario son la revisión del enfoque de las Cátedras de Empresa Familiar, potenciar el Fórum Familiar y la presentación de propuestas al Gobierno de Castilla y León, para lo que se constituyeron mesas de trabajo sectoriales

Tejedor indica que su opinión de EFCL “no puede ser más favorable. Ahí están los logros y resultados. Una asociación firmemente comprometida con las empresas familiares, con todas, no solo con las asociadas. Con una alta reputación a nivel nacional. Sus fortalezas van unidas y se desprenden de nuestros valores, de nuestro código ético, de nuestro compromiso con nuestra tierra, con nuestras personas y con los distintos grupos de interés. Se desprende de los propios asociados, de su calidad y de su fuerza para generar proyectos e ilusión para el futuro pero partiendo de realidades sólidas y sostenibles”.

Crisis

“Un cúmulo de sensaciones agradables en un entorno de crisis generalizada y que al final constituye, si no la más, una de las más agradables experiencias de mi vida profesional”, es el sentimiento de José Santiago Vega, presidente de Incosa, quien continuó la labor en la presidencia de EFCL, un cargo al que accedió de una forma “corporativa, con los apoyos de personas que apenas me conocían y que decidieron hacer una apuesta por mi persona para ocupar esa responsabilidad. Cuando concluí esa etapa, estaba rodeado de amigos por todos los lados, especialmente dentro de la asociación y más puntualmente la íntima amistad de mis predecesores, con los que compartí durante este tiempo la alegría de los éxitos, la dureza de algunas situaciones y sobre todo el sentirme arropado con la experiencia de ellos, que habían pasado por esa situación con una nota altísima. Si a eso le añades la eficacia del equipo que dirige Eduardo Estévez, pues fue como desarrollar la presidencia en un entorno de apoyos y sobre todo de amistad, difícil de trasladar a la gente que no conozca EFCL”.

El empresario leonés señala que en aquellos momentos “en que la crisis acababa de coger su volumen más amplio, decidimos trabajar desde la Junta Directiva en 3 líneas que la sociedad y el tejido empresarial demandaban de una forma clara, como fueron las propuestas de mejora en nuestro sistema educativo, proponiendo líneas de trabajo enfocadas a dar relevancia en nuestras universidades a los perfiles que nuestro tejido empresarial demandaba para su mayor productividad y competitividad; la adecuación de las Cátedras de EFCL existentes en nuestras universidades al modelo Bolonia; y las propuestas sobre la supervivencia y potenciación del sistema financiero regional liderado por la red de cajas entonces existente, con una mayor profesionalización de sus órganos de gobierno”.

Vega recuerda con agrado la celebración en Salamanca del Congreso Nacional del Fórum Familiar, “que constituyó un rotundo éxito, cuando ninguna otra asociación territorial quiso responsabilizarse de ese reto; así como la recepción por parte del entonces presidente del Gobierno y del líder de la oposición a la Junta Directiva en pleno en la sede del Congreso de los Diputados en Madrid”.

Vega sostiene que la trayectoria de la asociación ha estado reflejada “en la consecución de los objetivos trazados en el momento de su constitución, y que se han basado fundamentalmente en la asunción, ante la sociedad de Castilla y León y sus instituciones, de la representación del importante tejido que constituyen las empresas familiares, asumiendo desde el inicio la mejora en la profesionalización de las mismas mediante herramientas tan importantes como la formación de nuestra generaciones jóvenes, donde la actividad del Fórum Familiar tiene una grandísima importancia para garantizar el éxito de las transiciones generacionales en la empresas familiares, que constituyen un importantísimo reto”.

Otro de los grandes objetivos de la agrupación en sus 2 décadas de historia, a juicio del empresario, ha sido convertirse en “modelo de interlocución ante nuestras instituciones y los políticos que las representan, con nombres, apellidos y caras de empresarios líderes en nuestra región”.

Valores

El burgalés Ginés Clemente, consejero delegado de Aciturri, fue el siguiente empresario en presidir la asociación en uno de sus períodos más complicados, ya que también coincidió con los  años en los que la crisis dejaba sentir sus efectos. El emprendedor recuerda que trabajó “con un equipo magnífico, comprometido en cuerpo y alma con los objetivos de EFCL y sus asociados. También me hizo crecer como persona ya que los valores de EFCL hacen que las personas que tienen la suerte de trabajar en esta agrupación se realicen y crezcan como personas y como profesionales. Además, mi mejores amigos los he conocido en la asociación durante la época que tuve el honor de presidirla”.

Con Clemente al frente se pusieron en marcha varios proyectos, si bien señala que aunque valoren el camino realizado, “en EFCL priorizamos lo pendiente, no gusta hablar de lo conseguido, gusta ver lo que falta por recorrer”.

Como principales fortalezas de la institución, el empresario señala “sus valores y la divulgación de los mismos, el arraigo con la tierra, el compromiso total con los proyectos, la orientación a la sostenibilidad de las empresas a largo plazo y a conseguir que se desarrollen, crezcan y se hagan sostenibles, apoyándose en su capacidad competitiva, así como la sensibilidad y ayuda que presta a las empresas en los difíciles trances de cambios generacionales”.

Relevancia pública

“Fueron 2 años intensos y convulsos, coincidentes con el momento álgido de la crisis. Muchas empresas familiares de Castilla y León habían entrado en concurso; algunas incluso habían desaparecido. Y la falta de financiación bancaria constituía una auténtica losa para el funcionamiento de muchas de nuestras compañías”. Así recuerda Gerardo Gutiérrez, en aquella época presidente de Gadea Grupo Farmacéutico, los años 2012-13, en que fue presidente de EFCL.

“Desde la Junta Directiva entendimos que era momento de reforzar la confianza en nosotros mismos, de poner en valor el papel que nuestras empresas juegan en el desarrollo de nuestra región, de defender la figura del empresario familiar como protagonista fundamental en la generación de riqueza”, recuerda.

Tal vez la complicada coyuntura contribuyó a fomentar la idea de que era imprescindible hacerse escuchar. “Comprendimos que era necesario alzar la voz, que no era suficiente nuestra cercanía a los cenáculos del poder. Que al amparo de nuestros intereses y la firme defensa de nuestros valores requerían y merecían relevancia pública. Confío en que ello haya permitido un mayor aprecio y reconocimiento de nuestra asociación por parte de terceros y contribuido, en la misma senda marcada por los demás presidentes y Juntas Directivas, a hacer de EFCL un referente en Castilla y León”.

Gutiérrez rememora que en lo personal, la presidencia de la asociación fue una “experiencia apasionante. Aprendí mucho de mis antecesores en el cargo, de mis compañeros de Junta Directiva y de aquellos socios con los que llegué a interactuar. Y disfruté enormemente trabajando codo a codo con nuestro magnífico equipo directivo, al que expreso mi sincero reconocimiento. Una experiencia muy gratificante que recomiendo a todos los socios de EFCL”.

En cuanto a los principales hitos de este período, el empresario destaca el diseño y puesta en marcha de Alentia como instrumento financiero alternativo “para nuestras empresas, con un papel esencial y una relevancia creciente en escenarios de escasez de crédito bancario”; la creación del Fórum Junior para motivar el espíritu empresarial entre los más jóvenes; la reformulación del Plan Estratégico de EFCL, “en la que tuvo un papel esencial Rocío Hervella (consejera delegada de Prosol), vicepresidenta en este período; un freno a la caída de socios derivada de la crisis económica y posterior recuperación del centenar de asociados; y una mayor percepción pública de EFCL como referente importante de la vida económica de Castilla y León”.

Gutiérrez esgrime las razones por las que EFCL es considerada referente para las asociaciones familiares del resto de España. “Lo es por su fortaleza, por su capacidad de incidir en su entorno y sobre todo por su espíritu de colaboración y camaradería, que impregna la relación entre sus socios”.

El empresario echa la vista atrás y asegura: “merece la pena recordar la figura de Mariano Rodríguez, primer impulsor de nuestra asociación; y destacar el papel jugado en estos 20 años por Juan Manuel González Serna, presidente de Honor. Y especialmente poner en valor la generosidad y armonía que ha caracterizado el comportamiento de los socios de EFCL a lo largo de estos años”.

En su análisis de la situación de la agrupación, señala que el foco inicial  “puesto en las políticas fiscales derivadas del fenómeno de la sucesión, ha ido abriendo paso a una concepción más amplia de EFCL. Hoy, la labor de nuestra asociación intenta incidir en las políticas económicas, fiscales, administrativas, educativas o de I+D que tanto afectan a nuestras compañías. Por suerte y por mérito propio, nuestros puntos de vista son cada vez más apreciados por el conjunto de la sociedad”.

Dedicación

Otro aspecto que no puede pasarse por alto al hablar de los 20 años de EFCL es el esfuerzo personal y profesional que supone asumir la presidencia de la institución, tanto para los propios empresarios como para sus familias. Así lo recuerda Alfonso Jiménez, presidente de Cascajares, quien ocupó el cargo en 2014-15. “La dedicación que requiere el puesto es muy alta, a lo que se suma el intenso trabajo al frente de nuestras empresas, pero haciendo balance tengo clarísimo que ha merecido mucho la pena, principalmente por haber conocido mejor a familias maravillosas con compañías maravillosas”, apunta.

Jiménez señala que desde el primer momento su Junta Directiva se centró en dar a conocer “mucho más la labor de EFCL, algo en lo que los medios de comunicación contribuyeron muchísimo. También nos propusimos ayudar y mimar a nuestra joya de la corona, el Fórum de EFCL. Gracias al tesón de Mónica Zarzuela y su directiva logramos multiplicar por diez el número de miembros de este grupo y la actividad del Fórum. Estamos muy orgullosos de ello porque es una pieza fundamental de EFCL. Son los que van a tomar el relevo, son el futuro y sin futuro no somos nada. Y por último nos marcamos el reto de convertir a las pequeñas empresas en medianas, a las medianas en grandes, y que las grandes crecieran aún más. Esto se lo planteamos muy bien a la Junta de Castilla y León, que recogió el guante y lo trató siempre como algo prioritario, empezando a trabajar en lo que hoy es el plan de crecimiento que la directiva de José Miguel Isidro ha cerrado con gran éxito. Es importante destacar que nada de esto se hubiera logrado si no llega a ser por el estupendo trabajo realizado por el equipo de Gerardo Gutiérrez, que me precedió en la presidencia, que logró involucrar a todas las familias de la asociación y nos la cedió en uno de sus mejores momentos”.

Fortaleza

Jiménez destaca que la principal fortaleza de EFCL “son las propias familias empresarias, que somos un bien tremendamente valioso al que tenemos que mimar en beneficio de todos, ya que es fundamental para la economía y la sociedad españolas. Necesitamos proteger sus intereses y ayudarlas a superar con éxito los cambios generacionales, lo que nos permitirá seguir creciendo y generando riqueza y empleo para nuestra tierra. Otra gran virtud es la gran unión entre los socios, que cada vez nos conocemos mejor y eso nos permite ayudarnos, desarrollarnos y animarnos en el día a día generando las máximas sinergias entre nosotros”.

Jiménez subraya que hay que ser “ejemplares en lo que hacemos y ser un reflejo para la sociedad de lo que un empresario honrado y trabajador debe ser. Es fundamental que en los colegios, desde pequeños, aprendamos que un empresario es alguien que está al lado de las soluciones y no de los problemas, y que una sociedad sin empresarios no puede avanzar ni desarrollarse”. El presidente de Cascajares también da las gracias a su Junta Directiva, “que fue muy participativa. Trabajamos mucho y bien, en especial César Pontvianne (Plásticos Dúrex) como vicepresidente”.

Código ético

Y así llegamos hasta nuestros días, bajo la presidencia de José Miguel Isidro Rincón, presidente del Grupo Europac, quien señala que estar al frente de EFCL “es un experiencia muy exigente. Es una satisfacción personal y profesional, y una responsabilidad dirigir una organización tan respetada, reconocida y dinámica, defendiendo los legítimos intereses de las compañías familiares. Por otra parte, EFCL es un espacio libre de intercambio de experiencias y opiniones en el que los socios nos enriquecemos mutuamente”. Isidro Rincón remarca que en su opinión en estos 20 años la asociación “ha conseguido poner en el mapa a la empresa familiar. Carecíamos de notoriedad para hacernos escuchar y defender nuestros intereses, pero en la actualidad no hay político que no nos conozca, ni universidad que no estudie nuestros aspectos diferenciales. Nos hemos convertido en una asociación más grande, influyente y consolidada”.

El empresario destaca la “absoluta libertad de actuación y opinión, al ser totalmente independientes desde un punto de vista económico, lo que nos aporta un plus de credibilidad. Tenemos capacidad de decisión, no dependemos de nadie y sólo nos debemos a nuestros socios”.

El actual presidente de EFCL destaca de su etapa en el cargo haber conseguido mayor representatividad a través del aumento de las empresas asociadas, “que era uno de los objetivos al inicio del mandato, para que la voz de la asociación llegara más alto y más lejos. En el último año hemos incrementado el número de asociados en un 26%, por encima de los 130, y el objetivo es alcanzar 150 socios. Creo que en lo que va de mandato hemos trabajado mucho y bien, consiguiendo aumentar en un 20% el número de acciones realizadas en el último año, incluyendo viajes a Portugal, Inglaterra y Luxemburgo para conocer de cerca compañías e instituciones de referencia en sus respectivos países. Sin embargo, todas las actividades que organizamos carecerían del verdadero sentido si los socios no somos irreprochables moral y éticamente. Por eso considero que otro de los hitos más importantes de este período es la aprobación de un código ético cuyo cumplimiento nos legitima como asociación”.

Fórum Familiar

Otro de los retos marcados en el plan de actuación de la actual Junta Directiva es dar un impulso al Fórum Familiar, por lo que ha duplicado su presupuesto para dinamizarlo con más actividades que amplíen su ámbito de actuación y aporten a la cantera de empresarios una visión global del mundo de la empresa, incluyendo el contexto internacional e institucional.

“Consideramos que la formación y la experiencia de la próxima generación de gestores y propietarios responsables son factores clave, por eso aumentamos los encuentros con empresarios de referencia en sus respectivos sectores y pusimos en marcha la Escuela de Accionistas, que fue todo un éxito. De hecho, es una iniciativa que repetiremos y que nos gustaría institucionalizar para atender la demanda de plazas”, puntualiza.

En cuanto a la relación con la Administración pública, el presidente de EFCL remarca la colaboración con la Junta de Castilla y León en cuestiones relevantes, “como el crecimiento de la empresa familiar o la reducción de trabas administrativas. En este contexto destacaría el Plan de Crecimiento puesto en marcha recientemente con una financiación de 75 millones de euros para ayudar a las empresas familiares a alcanzar un tamaño adecuado para que sean más competitivas”, matiza.

Congreso regional

El empresario también subraya la celebración de los congresos anuales de los 2 últimos años, “convertidos en el encuentro empresarial de referencia en la región”, y la colaboración con otra asociaciones regionales en actividades conjuntas, especialmente con la madrileña Adefam.

Tampoco quiere olvidar el trabajo realizado con los niños a través del Fórum Junior, “porque el empresario nace, pero también se hace, y queremos que los más pequeños conozcan los orígenes de sus familias y a qué se dedican sus mayores”, sostiene.

Grupo más fuerte

“La Asociación ha cambiado. El grupo es más fuerte, en cantidad y en calidad”, asegura Eduardo Estévez, director de EFCL, que desde su constitución ha experimentado una evolución creciente y en la actualidad está integrada por 133 empresas familiares, cuya facturación global alcanza los 10.000 millones de euros y dan empleo a 70.500 personas. En términos absolutos equivale al 18% del PIB de la comunidad autónoma y el 10% de la población ocupada en el sector privado en la región. Estévez tiene claro que la asociación es abierta.

“No es un grupo de élite empresarial, sino la punta de lanza. Queremos tener mayor masa crítica para tener mayor representatividad a nivel social sin perder el objetivo de contar con empresas líderes en sus sectores”. Estévez señala como número óptimo los 150 asociados y la independencia como principal fortaleza. “No hemos recibido ni un euro de subvenciones en la historia de EFCL. Eso implica que tengamos libertad para hacer y decir lo que nuestros asociados nos indican”.

Más información en el número de octubre de Castilla y León Económica

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