En 1977, 4 pequeñas empresas de pastelería se asociaron para iniciar la comercialización de sus productos a nivel nacional. Éste es el origen de la compañía familiar salmantina Dulca, que 40 años después de su creación alcanzó una facturación de 19,85 millones de euros, una cifra que está previsto que crezca un 6% hasta superar los 21 millones de euros en 2018. Por su parte, su plantilla de 155 trabajadores en 2017 alcanzará las 165 personas al finalizar el presente ejercicio.
“Somos una compañía en constante evolución. Dedicamos los recursos que generamos a ampliar y mejorar nuestras instalaciones, tanto en lo referente a obra civil como a maquinaria”, apunta César Serna Sánchez, gerente de esta firma con sede Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), que avanza también la próxima compra de terrenos para la construcción de un nuevo almacén y la instalación de 2 nuevas líneas de producción “con el objetivo de seguir creciendo. Estas inversiones nos permiten adaptarnos continuamente a las tendencias del mercado, automatizando los procesos en un sector cada vez más exigente y difícil”.
25 años en los mercados exteriores
Dulca, en la que ya se han integrado en puestos de responsabilidad 2 miembros de la segunda generación familiar -César Serna García, director de Operaciones; y Noelia Serna García, directora financiera-, tiene una trayectoria de más de 25 años en los mercados exteriores, que en la actualidad representan el 80% de las ventas, sobre todo a Alemania, Portugal, Francia, Italia y Reino Unido.
Su planta de Peñaranda de Bracamonte dispone en la actualidad de unas instalaciones de 12.000 metros cuadrados y 4 líneas de producción, donde elabora productos de bollería fermentada, como croissant, pan de leche, napolitanas de chocolate y crema, brioche y roscón de Reyes, en temporada de Navidad; además de galletas rellenas y pastas de té y coco, que se comercializan bajo las marca Dulca.
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