Imagine que es un operador que importa un determinado producto, lo introduce en el Depósito Franco de Santander y finalmente decide exportarlo a un tercer país. ¿Sabía que en esa operación no habría tenido que pagar derechos arancelarios ni IVA? Fernando Cámara, director de esta instalación cántabra, explica que las áreas exentas “son una realidad generalmente desconocida, no sólo para la mayor parte de la población, sino lo que es más sorprendente, para muchas de las empresas que podrían beneficiarse de sus servicios y ventajas”.
“El Depósito Franco de Santander abre todo un mundo de posibilidades a los operadores económicos, pues les permite racionalizar sus compras y ventas al exterior con importantes ahorros de costes financieros -como exenciones fiscales- y de manipulación. Cualquier operador puede introducir materia prima o producto final e ir despachando parcialmente a consumo o a exportación en la medida de sus necesidades puntuales, sin tener que pagar derechos arancelarios o tributos interiores por la totalidad”, detalla Cámara.
Las mercancías pueden permanecer en estas instalaciones por tiempo ilimitado hasta que el operador económico quiera darle otro destino, sin estar sometidas durante su estancia a derechos de importación ni gravámenes interiores. Aparte de estas ventajas, el Depósito Franco de Santander, que fue fundado por Decreto en 1918 como facilitador del comercio internacional, ofrece servicios de almacenaje, manipulación, mantenimiento de mercancías, cargas, descargas, desconsolidación y clasificación.
Complejo
Este complejo está ubicado en el interior de la Zona Portuaria del Muelle de Maliaño, en el Puerto de Santander. Dispone de 49.000 metros cuadrados de superficie destinados al almacenamiento de graneles sólidos, líquidos y productos frigoríficos. Respecto a graneles sólidos, posee 14 almacenes de diferentes tamaños, con certificación sanitaria para almacenamiento de productos de consumo humano y animal.
Para líquidos, la instalación cuenta con cuatro tanques metálicos de entre 640 y 2.000 metros cúbicos, con conexión por doble tubería al Muelle de Maliaño, para carga y descarga de buques, además de un sistema de bombas completo para la carga y descarga a camión.
Certificados
Aunque las operaciones de entrada y salida de mercancías las realizan los consignatarios y estibadores, están supervisadas por personal del Depósito Franco de Santander, que cuenta con certificado de calidad ISO 9001, de seguridad y salud en el trabajo OHSAS 18001; y de seguridad en la información ISO 27001.
Asimismo, “la mayor garantía de calidad y seguridad de nuestras instalaciones nos la da el ser el primer depósito franco de España y el segundo europeo en haber obtenido la certificación como Operador Económico Autorizado”, precisa su director.
En el pasado ejercicio, se movieron en estas instalaciones más de 420.000 toneladas, en su mayor parte de hierro y acero y cereales. Cámara apunta que las inversiones del programa de modernización del último lustro “serán la base de un crecimiento de nuestra actividad en el corto y en el largo plazo. Una cierta holgura financiera nos ha permitido aprovechar la época de crisis para invertir en el futuro”.
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