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Dehesa de los Canónigos apuesta por la sostenibilidad ambiental mediante la innovación

La bodega invierte más de 1 millón de euros en su nave de elaboración
Vino de Dehesa de los Canónigos.
Dehesa de los Canónigos cuenta en sus instalaciones con un aislante natural al disponer de muros de adobe de 80 centímetros de espesor.

La bodega Dehesa de los Canónigos, una de las fincas históricas de la Ribera del Duero, ha ratificado durante los últimos meses su firme apuesta por la sostenibilidad ambiental mediante la incorporación de nuevos métodos en la elaboración de sus vinos basados en la innovación.

Dehesa de los Canónigos, cuyo viñedo se encuentra en proceso de certificación ecológica, realizó el año pasado una gran inversión en la nave de elaboración de la bodega -que ha superado el millón de euros- con el fin de implementar nuevos sistemas energéticamente eficientes y reducir la huella de carbono en todos los procesos de producción del vino. La renovación, que se ha llevado a cabo con fondos propios, tiene la finalidad de mejorar el proceso de vendimia una vez la uva llega a la bodega. Se ha mantenido el método de selección manual de la uva, tanto en el campo como en la bodega, con la instalación de una mesa de selección que garantiza la máxima calidad de los racimos empleados para la vinificación como se hacía hasta ahora.

Pero, además, se han implementado nuevos avances tecnológicos cuyo objetivo es mantener la integridad del fruto y sus características organolépticas intactas, siguiendo la filosofía de la bodega resumida en la frase antes uvas que cubas.

Desgranadora

De esta manera, se instaló una innovadora desgranadora, así como un nuevo sistema de remontado que aprovecha el dióxido de carbono que se desprende de forma natural para lograr reducir el consumo energético. Se trata de una inversión en I+D basada en la eficiencia y la reducción de la huella de carbono, para lo que se ha tenido muy en cuenta el respeto por el medio ambiente.

La bodega cuenta con la ventaja de disponer de un aislante natural, que no es otro que los muros de adobe de 80 centímetros de espesor, vestigio de la antigua nave agrícola que originó Dehesa de los Canónigos a mitad del siglo XIX. El arquitecto Álvaro Finat ha sido el responsable de diseñar la puerta de la renovada sala de elaboración, fabricada en acero corten y con rejas que permite precisamente la ventilación natural o free-cooling. Dicha entrada, cuenta con una especular escultura de una cepa centenaria del mismo material firmada por el arista Julio Galán.

Vinificaciones por parcelas y tipos de suelo

Los nuevos depósitos de acero inoxidable que albergan la sala son de inferior capacidad a los retirados, con la finalidad de realizar microvinificaciones más exhaustivas por parcelas y tipos de suelo. Con las mejoras implementadas en la sala de elaboración, la familia Sanz Cid ha dado un paso más en la búsqueda de la excelencia, que se fundamenta en 3 pilares fundamentales: la selección de la uva grano, la elaboración de vinos por parcelas para conseguir la máxima expresión del terruño y minimizar el impacto medio ambiental.

La sala en la que se ha llevado a cabo la intervención era una nave agrícola, que en la actualidad tiene más de 200 años de antigüedad con muros de adobe de unos 80 centímetros de espesor, que se han conservado tratando de dejar a la vista la mayor superficie posible, pues son el reflejo de la arquitectura original de la bodega.

Más información en el número de septiembre de la revista Castilla y León Económica

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