Tomas Villanueva, consejero de Economía y Empleo, y Antonio Silván, consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, firmaron este lunes con Lone Dencker, embajadora de Dinamarca, un acuerdo para compartir información y tecnología que promueva el desarrollo de redes de calefacción que utilicen energías renovables.
Con este convenio, en el que también participan Avebiom y la Asociación Danesa de District Heating, la Junta de Castilla y León y la Embajada de Dinamarca persiguen intensificar las relaciones comerciales y establecer líneas de trabajo conjuntas para impulsar el aprovechamiento de las energías renovables, sobre todo la biomasa, que cuenta con un importante potencial en la región.
Ambas partes facilitarán el intercambio de delegaciones de empresas y científicas en encuentros especializados que sean impulsados por Castilla y León y por Dinamarca para facilitar el conocimiento técnico de estos sistemas de aprovechamiento de energía; así como en la producción de combustible procedente de la biomasa, en la que Castilla y León cuenta con un sector empresarial cada vez más dinámico y con una importante capacidad exportadora.
Biomasa en Castilla y León
El crecimiento de la potencia instalada del sector de la biomasa en Castilla y León fue del 46% en 2012 y del 78% en 2013 hasta los 485 megavatios. En cuanto a la producción de pelets y astilla como combustible, la capacidad de producción asciende a 190.000 toneladas al año, lo que excede la capacidad de consumo la región y permite a las empresas de Castilla y León vender fuera de la región e incluso exportar.
El sector emplea a unas 400 personas que gestionan el combustible desde su recogida hasta la puesta del producto en la puerta del cliente; a las que se suman 150 trabajadores más que desempeñan su trabajo en la puesta en marcha de instalaciones y su mantenimiento.
Además, se calcula que con el uso de esta renovable evitó en el último año la emisión de 91 toneladas al año de dióxido de carbono. Por último, la biomasa consumida en Castilla y León, incluyendo pelets, llega hasta las 465.000 toneladas al año de una superficie vegetal gestionada de 45.000 hectáreas de extensión.
Modelo danés
La nueva política energética de Dinamarca tiene por objetivo completar en 2050 la transición hacia la sociedad sin combustibles fósiles, incluido el transporte. Para ello, se deben implementar una serie de medidas, la primera de las cuales establece la prohibición de instalar nuevas calderas de gasoil a partir de 2016.
Uno de los sistemas tecnológicos que se favorecen es el de las redes de distrito. De hecho, el 66% de la población danesa recibe el suministro de calefacción y agua caliente sanitaria a través de este modelo y cerca de la mitad de la producción es de origen renovable, de biomasa, ya sea sólida, biogás o residuos. También este tipo de redes puede nutrirse de energía solar térmica, electricidad sobrante de parques eólicos y calor residual de industrias, entre otros.
Este sistema centralizado permite que el 90% de los consumidores paguen un menor precio por su calefacción que utilizando sistemas individuales, como calderas de gasoil. En Dinamarca existen actualmente unas 500 redes centralizadas de calefacción y la mayoría son de propiedad municipal o vecinal a través de cooperativas de usuarios.
Las redes de distrito en Castilla y León
El modelo danés está siendo aplicado también en Castilla y León gracias a la colaboración público privada, que ya ha permitido la puesta en marcha de proyectos de redes de distrito en edificios públicos con el consiguiente ahorro en la factura energética. Proyectos como el de Olvega en Soria, la Universidad de Valladolid y el Complejo Zamadueñas del Itacyl, en Valladolid, son el inicio de una decena actuaciones que supondrán un paso importante para el desarrollo de esta tecnología en Castilla y León.
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