La prudencia suele ser una excelente aliada en cuestiones de negocios y es más eficaz cuando se aplica en tiempos de bonanza y expansión. Es precisamente la receta que Cajaviva Caja Rural aplica en su estrategia y la que le ha permitido crecer un 40% desde 2012 y alrededor de un 70% desde que se inició la crisis.
“La hoja de ruta de la entidad para los próximos años es la de continuar captando esos clientes que comparten con nosotros que hay cosas más importantes que la dimensión y maximizar el beneficio y que prefieren una banca cercana y que les conozca a la hora de tomar decisiones. Vamos a continuar apoyando la inversión crediticia para generar proyectos de creación de empleo y riqueza, pues uno de nuestros principales valores corporativos es ser motor de desarrollo económico allí donde estamos implantados, que es mucho más importante que ganar dinero”, explica Ramón Sobremonte, director general de esta cooperativa de crédito.
Precisamente, la proximidad es la clave para que Cajaviva ganara cerca de 4.000 clientes en el segmento de pymes y autónomos en el período 2010-13 hasta alcanzar los casi 15.000 con los que cuenta en la actualidad en este ámbito. A esto se suma que las cajas rurales son las únicas entidades financieras que tienen su sede en Castilla y León, “y las que pagamos la totalidad de nuestros impuestos en la región, que son los que sirven en parte para financiar la actividad de nuestro Gobierno autonómico. Es un elemento diferenciador importante que en otras comunidades autónomas de sentimiento más regionalista supondría un valor importante para los clientes”.
Aumento de los depósitos
En concreto, los recursos gestionados por la entidad financiera, cuyos presidente y vicepresidente son Pedro García Romera y Félix Moracho, respectivamente, ascendieron a 2.200 millones al cierre de 2014, de los que cerca de 1.800 millones se encontraron en depósitos, lo que supuso una evolución respecto al ejercicio anterior del 7%.
“Esta situación responde a varios motivos, el fundamental es que continuamos nuestra estrategia de aprovechar la deslocalización de nuestros principales competidores, lo que ha representado desde 2012, el año de la fusión de cajas que conforman Cajaviva (Cajas Rurales de Burgos, Fuentepelayo, Segovia y Castelldans) e incluso desde el principio de la crisis, un proceso continuado de captación de nuevos clientes que tienen en cuenta nuestras características. Hay 2 elementos clave. Por un lado, hubo un período de estrangulamiento financiero en la economía fruto de la reestructuración de los competidores que generó tensiones muy importantes en las empresas por la dificultad de acceso a préstamos. Entonces dimos un paso al frente e intentamos solventar este problema en las compañías rentables y viables, lo que nos llevó a crecer de manera importante. Por otro, la preferencia de los clientes por un modelo determinado de banco como el nuestro, y éste es el que nos hace seguir creciendo de forma importante”, puntualiza Sobremonte, quien estima para este año un aumento en recursos de en torno al 9%.
Inversión crediticia
En el capítulo de la inversión crediticia, Cajaviva redujo su cifra un 4% el pasado ejercicio hasta los 900 millones de euros, “mientras que el sector financiero español experimentó un descenso del 5%, lo que significa que aún bajando en volumen hemos ganado cuota”. En 2015, la entidad ha incrementado un 38% el número de operaciones formalizadas en el primer cuatrimestre en comparación con el mismo tramo del año pasado y en saldo total, un 1%.
“En el global del sector financiero, según datos del Banco de España hasta abril, este último campo sigue disminuyendo a pesar de que se estén formalizando más créditos que en ejercicios anteriores. Aunque sí es cierto que para determinadas actividades ha empezado a crecer, como en el industrial”, apunta el director general de Cajaviva, que cuenta con una red de un centenar de oficinas de las que el 90% está en Castilla y León y el resto en Cantabria, La Rioja y Lérida.
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