La Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) emitió a lo largo de 2010 un total de 2.293 certificados de sistemas de gestión en Castilla y León. El grupo más numeroso fue del tipo ISO 9001 de calidad, que registró 1.709 acreditaciones (el 74,5% del global); seguido del ISO 14001 de prácticas respetuosas con el medio ambiente, con 468 (el 20,4%); y, finalmente, los 116 distintivos concedidos del tipo OHSAS 1800, vinculados a la seguridad y salud en el trabajo, con el 5,05% del total.
La distribución geográfica de la certificación sitúa a Valladolid como la provincia con mayor volumen de emisión, con el 29% de las acreditaciones relacionadas con el medio ambiente de toda Castilla y León y el 27% tanto de las de calidad como las de seguridad laboral. Le sigue León, con el 22% de los distintivos de seguridad y el 17% en las 2 categorías restantes (calidad y medio ambiente). La tercera provincia con valores más elevados es Burgos: 15% de los certificados de calidad y 14% tanto en seguridad como en medio ambiente.
Al margen de estas 3 provincias, el cumplimiento de las normas de calidad se reconoció en mayor medida en Salamanca (12%), Palencia (7%), Segovia y Zamora (ambas con el 6%), y Ávila y Soria (ambas con el 5%). En medio ambiente, los certificados se repartieron en un 14% en Burgos; 10% en Salamanca; 7% en Palencia, Segovia y Zamora; y un 4,5% en Ávila. El reparto relativo a la seguridad en el puesto de trabajo fue en Salamanca del 12%; en Palencia, Segovia y Zamora, del 6%; y en Ávila y Soria, del 3,5%. “Este mapa de acreditaciones es buen reflejo de la realidad económica de Castilla y León. Valladolid, como eje económico y capital política, concentra prácticamente el 30% de los certificados de calidad, medio ambiente y seguridad laboral. Estos resultados son un espejo de la comunidad autónoma, y los cambios que ha sufrido en los últimos años no reflejan más que los cambios experimentados por el tejido empresarial y la Administración”, explica Javier Muñoz Ledesma, director de Aenor en la region.
Distribución sectorial
Según los datos publicados en el número de enero de la Revista UNE de Aenor, dedicada en esta ocasión a Castilla y León, la construcción es el sector que mayor número de certificados obtuvo a lo largo del pasado año en las 3 categorías mencionadas: el 24% de las de calidad, el 31% de las medioambientales y el 43% de las de seguridad y salud en el lugar de trabajo. La fuerte crisis que sufre el ladrillo no impide, por tanto, que supere a la acreditación concedida al resto de ámbitos económicos y productivos, como la industria y los servicios, que se colocan en segunda y tercera posición, respectivamente. En concreto, el 22% de los distintivos calidad se circunscribió a la actividad industrial, 1 punto más que el que registraron los servicios (21%). En cuanto a los vinculados a las prácticas respetuosas con el medio ambiente, ambos ámbitos coincidieron en obtener el 15% de los certificados; mientras que los de seguridad laboral fueron a parar en un 12% a la industria y en un 10% a los servicios.
La distribución de las acreditaciones de calidad se completa con el 10% de concesión en el comercio, el 8% en el transporte, el 5% tanto en la I+D+i como en la sanidad, el 2% compartido por la energía y la intermediación financiera y el 1% final para los alimentos. El reparto tuvo porcentajes similares en los certificados de medio ambiente: transporte, 14%; I+D+i, 8%; comercio, 6%; alimentos y energía, ambos con el 5%; sanidad, 2%; e intermediación financiera, con el 1%. Finalmente, el transporte concentró el 10% de los reconocimientos por cumplir las normas de seguridad laboral, seguido por el comercio (7%), la energía (6%), la I+D+i (5%), la intermediación financiera y sanidad (3%) y los alimentos (2%).
Retos de futuro
Precisamente con estos datos, Muñoz Ledesma asegura que en Castilla y León existe una “clara apuesta” por el desarrollo sostenible, la I+D+i, la prevención de riesgos laborales y la conciliación de la vida laboral y personal. Otro dato subrayado por el director regional de Aenor son las necesidades de certificación atendidas desde la oficina de Valladolid y reclamadas por las empresas castellanas y leonesas que operan en mercados exteriores. “Cada vez es más habitual que el equipo auditor especializado en materias como automoción, seguridad alimentaria o evaluaciones según el modelo EFQM se desplace a países como Portugal, Francia, Suiza, Alemania, Turquía, Estados Unidos, México o Perú”, concluye.
Castilla y León Económica
