A lo largo de 2010, un total de 88 mujeres víctimas de la violencia de género han encontrado empleo gracias a las ventajas que el Plan Dike, puesto en marcha por la Junta de Castilla y León, concede a las empresas contratantes de este colectivo. En concreto, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ofrece a los negocios ayudas de 2.500 euros por cada contrato temporal, con una duración mínima de 6 meses, y de 6.000 euros si su carácter es indefinido.
En este caso, 60 de los nuevos puestos de trabajo son temporales, mientras que los 28 restantes son indefinidos. Las mujeres contratadas se emplearán en negocios dedicados principalmente a la atención residencial, hostelería, comercio y la limpieza, aunque la aplicación de este programa abarca todos los sectores con alta demanda en el mercado actual.
Además de las subvenciones destinadas a las empresas para fomentar la contratación de este colectivo, el Plan Dike promueve también cursos de formación, y las mujeres que los realizan reciben en ese período un 75% del salario mínimo interprofesional para evitar que se vean obligadas a abandonar las actividades que pueden ayudarlas a encontrar empleo por falta de recursos.
Desde que en 1999 se puso en marcha la iniciativa y hasta el 27 de octubre de este año, este programa ha propiciado la formalización de 750 contratos en Castilla y León.
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