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10 principios para garantizar el éxito de las operaciones comerciales con China

El país se ha convertido en una de las economías del mundo con mayor ritmo de crecimiento
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Desde que se abrió a la inversión y al comercio exterior en 1979, China se ha convertido en una de las economías del mundo con mayor ritmo de crecimiento. El aumento de los salarios y el floreciente mercado de trabajo, que siguen estimulando el consumo privado, multiplican también las oportunidades de exportación para las empresas extranjeras. Sin embargo, el comercio con este país asiático conlleva riesgos, por lo que, para ayudar a los exportadores a evitar las dificultades logísticas y financieras, Crédito y Caución ha publicado una guía con 10 consejos básicos para contribuir al éxito de las relaciones comerciales con este mercado.

1. Tenga en cuenta las restricciones a la importación. El país clasifica los productos en 3 categorías: prohibidos, restringidos y permitidos, en base a criterios como el interés público o la protección del medio ambiente. Por ejemplo, no está permitido importar residuos y material tóxico, mientras que los equipos eléctricos o la maquinaria de fundición de metales están sujetos a estrictas restricciones que exigen el cumplimiento de cuotas o licencias. “Es fundamentalmente la categoría de productos restringidos la que puede resultar relevante para los proveedores europeos”, explican los responsables de la guía.

2. Compruebe la autoridad de su contraparte. Entre otras cosas, para verificar que el contrato se puede ejecutar, debe pedirse a una empresa china la escritura de constitución; la licencia comercial; el certificado de aprobación o la carta de aprobación aplicable si la parte china es una empresa con inversión extranjera; el acuerdo del consejo o de los accionistas aprobando el contrato de suministro y autorizando a una persona específica o a varias personas a ejecutar el contrato en su nombre, si así se establece en la escritura de constitución; una muestra del nombre y de la firma de los firmantes autorizados y el sello de la empresa.

3. Intente trabajar con importadores A. La moneda china, el renminbi, no es plenamente convertible. Las transacciones que implican que las empresas del país deban hacer o recibir pagos en una moneda extranjera están sujetas al cambio de divisas por parte de la Administración Estatal China de Cambio de Divisas, que clasifica a los importadores en 3 categorías: C, incumplidoras de las leyes de cambio de divisas o investigadas por posible fraude; B, que no siempre cumplen estrictamente la normativa; y A, las que actúan conforme a la ley.

4. Cumpla las leyes chinas de competencia. Independientemente de la ley que las partes elijan para que rija el contrato de venta, cualquier contrato en relación con suministros a China está sujeto a las leyes de la competencia de dicho mercado, que comprenden fundamentalmente reglas antimonopolio, contra la competencia desleal, ‘antidoping’ y antisubsidios.

5. Garantice el pago. Como principio general en cualquier relación de suministro, es aconsejable verificar la solvencia del comprador chino antes de celebrar un contrato de suministro. Si existe alguna duda, el proveedor debe intentar obtener algún tipo de seguridad, mediante instrumentos como las hipotecas o pignoraciones.

6. Proteja su propiedad intelectual. La ley china contempla una protección múltiple de la Propiedad Intelectual, que incluye ‘copyrights’, patentes y marcas comerciales. Los primeros están protegidos durante 50 años a partir del fallecimiento del autor. Las patentes y las marcas comerciales están protegidas sobre la base del principio del primero en registrar. El período de vigencia de una marca comercial registrada es de 10 años renovables. La duración de las patentes depende de los diferentes tipos: 20 años en el caso de las patentes de invenciones y 10 años en el caso de los modelos de utilidad o los diseños.

7. Elija la ley y los tribunales que regirán el contrato. Salvo en muy pocas excepciones, las partes de un contrato de suministro transfronterizo pueden elegir libremente que sus relaciones se rijan por la ley china o por una ley extranjera. En la práctica, es habitual que los proveedores europeos utilicen las leyes de sus países de origen para sus suministros a cualquier país, incluida China.

8. Los aranceles pueden acabar con una operación. Es aconsejable que ambas partes conserven toda la documentación relativa a la transacción, ya que las autoridades aduaneras pueden requerir toda la información relevante y a menudo son muy meticulosas y formalistas antes de despachar las importaciones.

9. Una presencia local puede aumentar sus ventas. En lugar de vender productos desde el extranjero, los proveedores extranjeros pueden optar por constituir en China una entidad para la distribución de su oferta. Los instrumentos de inversión más comunes son una sociedad con capital íntegramente extranjero o WFOE, una participación en una joint venture o EJV de responsabilidad limitada constituida por las partes extranjera y china o una ‘joint venture’ de carácter cooperativo o CJV con inversores extranjeros y chinos.

10. Proteja sus ventas a crédito. Como en cualquier contrato, es recomendable que el proveedor intente protegerse mediante seguros de crédito para mitigar riesgos potenciales como impagos e impredicibilidad derivados de la inflación monetaria o cambios en la política de comercio exterior de China.

Castilla y León Económica

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