El 20% de los españoles que padecen algún tipo de discapacidad se siente discriminado en su puesto de trabajo, un 9% menos que quienes se sentían en esta situación el año pasado, según un estudio elaborado por la Fundación Randstad con una muestra de 704 personas de este colectivo. Del informe se desprende que la principal desigualdad que afecta a los discapacitados es el menor número de oportunidades a la hora de acceder al mercado laboral. “Las personas con discapacidad tienen el mismo derecho a trabajar, de acuerdo con sus capacidades, que el resto, así como a ser tratadas con dignidad y respeto por parte de sus compañeros y superiores”, subraya María Viver, directora de la organización.
La encuesta concluye que el perfil actual del discapacitado que trabaja en España es un varón (70,6%) con una edad comprendida entre los 26 y 45 años (64%) y con estudios básicos (55,83%). Los únicos segmentos de profesionales con discapacidad que han aumentado en el último año son el de empleados sin estudios, que se sitúa en el 4% de este año; y el de estudios básicos, que llega al 55%. En el resto, la tendencia se mantiene, aunque ligeramente a la baja y sitúa, por ejemplo, la cifra actual de universitarios en el 9,25%.
Características y aspiraciones
En cuanto al tipo de discapacidad, un 47% de estos trabajadores presenta una discapacidad física, frente a la intelectual (15%), mental (18%); sensorial (15,77%) y orgánica (3,69%). El estudio también investiga sobre los medios que con más frecuencia utiliza este colectivo para encontrar empleo: más de la mitad de los encuestados (50,2%) asegura que Internet se ha convertido en una herramienta básica de búsqueda de trabajo y que, además, suele hacerlo entre 1 y 3 horas al día.
Finalmente, estos profesionales afirman valorar, por encima de todo, las condiciones laborales. El ambiente, los conocimientos que puedan adquirir y el salario son sus otras 3 aspiraciones, en este orden de prioridad.
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