a

Alucoil cumple un cuarto de siglo en pleno crecimiento con el proyecto de levantar otra factoría innovadora en 2021

La filial del Grupo Alibérico, con 3 fábricas en Miranda de Ebro de productos de aluminio de alto valor añadido, cierra 2020 con una facturación de 58 millones
Clemente González Soler, Grupo Alibérico, aluminio, innovación, industria.
Clemente González Soler, presidente del Grupo Alibérico.

La decisión estaba tomada en 1996: Alucoil construiría su primera fábrica en Alicante. Sin embargo, el ofrecimiento de la Junta de Castilla y León convenció en el último momento a Clemente González Soler, presidente del Grupo Alibérico, para implantar esa industria en el Polígono de Bayas, en Miranda de Ebro (Burgos). Así lo rememora el empresario gallego, quien, apenas una década antes y con 46 años, iniciaba su andadura como emprendedor.

Además, añade que el desembarco de Alucoil en el polígono industrial mirandés ejerció de polo de atracción para que otras empresas eligieran esta ubicación para asentarse. Alucoil se erigía, a la sazón, en un proyecto de tecnología avanzada, pionero a nivel mundial, para la obtención de pintura en polvo a altas velocidades bajo la marca Termolac. Ha pasado un cuarto de siglo y sigue siendo una referencia en todo el planeta.

Alucoil forma parte del Grupo Alibérico, la primera compañía privada española y mayor holding familiar europeo fabricante de productos semitransformados de aluminio. En la actualidad, está integrado por 35 empresas y 17 fábricas situadas en 7 países de 4 continentes. La compañía da empleo a 1.200 trabajadores y sus productos se venden en más de 80 países de todo el mundo. Alibérico opera en los sectores de envase y embalaje, edificación, tratamiento de superficies, transporte, industria y energías renovables con productos de aluminio tecnológicamente muy avanzados.

Equipo humano

El empresario hace un balance positivo de este período: “son 25 años de los que nos sentimos muy orgullosos. En primer lugar, por nuestra gente. Ha sido un excelente equipo humano el que ha hecho posible lo que Alucoil representa hoy a nivel mundial. Somos una empresa industrial y tecnológica que ha puesto en el mercado una amplia gama de marcas propias, ligadas a una calidad premium, que son reconocidas en todo el mundo. Entre estas referencias están Anolac, Termolac, Almirr, Larson, Larcore y Larclean, que son líderes en los sectores de edificación, transporte de masas, industria y energía solar”.

El que fuera también anterior presidente de Ifema, cuya gestión fue muy alabada por abordar entre otros retos la organización de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático COP25 y la construcción en tiempo récord del hospital de campaña para atender a contagiados por Covid-19, considera reseñable “el hecho de que, en estos 25 años, Alucoil se ha convertido en una empresa multinacional con 6 fábricas en 4 continentes, aunque en 2 de ellas hemos tenido que realizar correcciones de rumbo. En concreto, vendimos hace unos años la de Brasil y cerramos la de Australia en 2020”.

Visión a largo plazo

También destaca que en estos 25 años “hemos logrado siempre resultados positivos y hemos reinvertido prácticamente todo el cash-flow generado por la propia compañía, lo que nos ha proporcionado una estructura empresarial muy sólida y sin deuda. Todo ello ha favorecido una visión a largo plazo de nuestro negocio, a la vez que nos ha permitido fraguar un profundo compromiso con las personas y el entorno en el que se desarrolla nuestra actividad”.

El fundador de Alucoil añade que la compañía “sigue trabajando en el concepto de sostenibilidad más allá del ámbito ambiental, con un enfoque global y guiados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Ello nos permite dar un sentido más profundo y de más largo alcance al trabajo que realizamos y a las relaciones que mantenemos con empleados, clientes, proveedores y sociedad en general”.

Como señala el empresario, en esa travesía de 25 años, Alucoil “no ha parado de crecer y de innovar”, con una cifra de negocio de casi 58 millones de euros en 2020 y 3 fábricas en Miranda de Ebro.

González Soler detalla su hoja de ruta: “tenemos un plan estratégico basado en un crecimiento rentable y sostenible, apoyado además en la innovación y la digitalización, que nos tiene que hacer más competitivos y globales. Entre los retos de este plan figuran el lanzamiento de una nueva gama de productos, la reducción de los plazos de entrega y el incremento del número de clientes en más mercados de todo el mundo. Son objetivos muy ambiciosos que pasan por el compromiso y el empuje de las personas. Por eso, desde el principio hemos apostado en Alucoil por la formación continua y por el crecimiento profesional, que ha sido posible gracias a una política muy clara de promoción interna”, detalla el empresario.

Innovación

Innovar está en el ADN de Alucoil, cuya directora general es Belén Martín. Buen ejemplo de ello son su panel composite Larson y sus paneles honeycomb Larcore para edificación en fachadas de edificios singulares, así como en el transporte de masas para autobuses, trenes y barcos. También en el sector sanitario la empresa suministra soluciones para salas blancas, quirófanos, UCIs de emergencia y hospitales de pandemias, así como las cabinas automáticas Larclean para desinfección de personas con y sin EPIs, “que están siendo un éxito para grupos y sectores de riesgo, especialmente para sanitarios, personal de emergencias 112 o fuerzas de seguridad”.

Esa innovación también ha llevado a la compañía a desarrollar nuevas tecnologías con líneas de producción únicas a nivel mundial y patentes propias en alta tecnología, como la espuma de aluminio. Dentro de esta política también busca alianzas, como el acuerdo estratégico con la asturiana Sunthalpy Engineering, empresa tecnológica especializada en la construcción de hogares 100% solares, en la que entró en su accionariado a finales de 2020.

Proyectos

En la actualidad, la filial del Grupo Alibérico está inmersa en varios proyectos, entre los que destacan su Plan Industrial para mejorar la eficiencia de todas las líneas de producción, diseñar otras nuevas y concebir y construir en 2021 una nueva fábrica 100% sostenible y con tecnología “nunca vista hasta ahora”.

Otra de las iniciativas es el Plan Sinergias Intra Grupo, cuyo reto es generar sinergias dentro de la organización para el autoabastecimiento interno y conseguir un mayor control de la cadena de valor del producto. Por otra parte, desarrolla el Plan de Transformación Digital, que integra un conjunto de cambios asociados con la aplicación de la tecnología, modelos de negocio y procesos “para generar valor a clientes y empleados”. La inversión en digitalización tendrá como objetivo dar un gran salto cualitativo hacia una industria 4.0 y sostenible.

¿De qué modo ha afectado la pandemia a Alucoil? Así responde el presidente del grupo: “en marzo del año pasado nos vimos obligados a parar la fábrica durante 2 semanas. A partir de ese momento, pudimos trabajar las 24 horas del día en 3 turnos, como lo hacemos siempre, pero implementando unas medidas muy estrictas de seguridad para las personas y de higiene en las instalaciones. Los resultados han sido muy efectivos”.

A finales de junio, Alucoil obtuvo el certificado de Empresa Segura y Limpia, otorgado por la asociación Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL), que constituye una garantía de seguridad para los empleados que trabajan tanto en la planta como en las oficinas. “Nuestros clientes han valorado mucho nuestros niveles de seguridad, al igual que las garantías de suministro que hemos dado al mercado”, explica González Soler.

España

González Soler es un referente para la clase empresarial española. Sus intervenciones públicas siempre suscitan gran interés dado que muestra sus opiniones sin pelos en la lengua, ya sea ante colegas empresarios o delante de responsables públicos. El emprendedor considera que los momentos que estamos viviendo “son muy duros y difíciles para España y el resto del mundo. La pandemia ha cambiado las vidas de los ciudadanos, pero también las cadenas de suministro a nivel internacional. Previsiblemente, el planeta será en adelante menos global y más local, y eso obligará a los países a realizar un profundo análisis de sus estructuras productivas y, en general, de sus fuentes de riqueza, para ser menos dependientes del exterior”.

En su opinión, “la situación particular de España es muy delicada, y creo que lo será más en los próximos meses como consecuencia del desplome de la economía, el aumento del paro, un gasto público desbocado y un déficit sin control. Todo ello, previsiblemente, traerá consecuencias graves a medio y largo plazo. El hecho de que el sector dominante en nuestra estructura económica sean los servicios y el comercio, con un peso del 75% en el PIB, nos aboca a una crisis más profunda que en otros países de nuestro entorno. El reflejo lo estamos viendo ya en los elevados niveles de paro juvenil que padecemos. Más del 37% de los menores de 30 años no tiene trabajo, y eso, además de ser un drama para quien lo sufre, entraña graves riesgos para la sociedad”.

Sociedad civil

Según González Soler, quien es un ferviente defensor de la sociedad civil, por lo que ocupa varios cargos como miembro de la Junta Directiva del Instituto de Empresa Familiar, vicepresidente de la patronal madrileña CEIM, miembro del Comité Ejecutivo y vocal de la Junta Directiva de CEOE y vocal de la Junta Directiva del Club Financiero Génova, “en este complicado entorno, el primer objetivo que deberíamos plantearnos como país debería ser la recuperación del empleo. Ello supone no sólo remover muchas trabas regulatorias para mejorar nuestro sistema educativo y favorecer la inversión y el crecimiento empresarial, sino recuperar como fundamento social muchos valores que, desgraciadamente, se han perdido. Conceptos como trabajo, esfuerzo, compromiso, honestidad, verdad, realismo, eficacia y responsabilidad deberían formar parte de la cultura de nuestra nación. Y aún añadiría el de ejemplaridad. Fomentar y ejercitar estos valores desde todas las instituciones, por parte de nuestros políticos y responsables públicos, debería ser una obligación fuera de toda duda”; y añade: “siempre he dicho, y lo sigo pensando, que España es un gran país. Pero para seguir avanzando necesitamos apostar por nuestros ciudadanos, por lo nuestro, buscando en todo momento estar alineados en torno a unos objetivos de amplia aceptación. Lo contrario, vivir constantemente en la disputa, es un ejercicio estéril que nos desgasta y nos aleja de alcanzar grandes logros colectivos”.

En palabras del presidente del Grupo Alibérico, “para las empresas, como para el conjunto de los ciudadanos, contar con la comprensión, el apoyo y la cercanía de las administraciones públicas constituye siempre un importante estímulo. Y esta actitud abierta y cercana, acompañada de sentido práctico y eficacia, es la que hemos encontrado siempre en los distintos Gobiernos de Castilla y León. En un primer momento, en el presidido por Juan José Lucas; y también en el de su sucesor, Juan Vicente Herrera, y en el del actual presidente, Alfonso Fernández Mañueco”.

Más información en el número de marzo de Castilla y León Económica

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre la protección de datos:
· Responsable de los datos: Ediciones La Meseta, S.L.
· Finalidad: Enviar un comentario
· Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar o suprimir los datos, así como otros derechos como es explica en la política de privacidad.
· Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre la protección de datos aquí.

Noticias relacionadas

Ir al contenido