El sector agroalimentario concentra ya el 30% de la cifra de negocio de Pinturas Carlos, una compañía vallisoletana creada a principios de la década de los 90 y especializada en trabajos decorativos e industriales. Carlos de la Figuera, gerente de esta firma que cuenta con una plantilla de 6 personas, reconoce que para consolidar un negocio como el suyo, el trato directo con el cliente es esencial: “visito personalmente a las personas interesadas en nuestros servicios, lo que crea confianza. A esto se suma el seguimiento y el control diario de la obra de cara a respetar los plazos”.
Calidad de los materiales
Una de las claves del éxito de su empresa reside en su apuesta por la calidad de los materiales, “que es fundamental para un trabajo bien hecho y para que la duración sea la máxima posible”, explica De la Figuera, que es vicepresidente de la Asociación de Iniciativas Empresariales, una agrupación “que me ha permitido llegar a potenciales clientes y a ampliar mi rango de relaciones comerciales, por lo que animo a todos los negocios a que se sumen a organizaciones como la nuestra por el valor añadido que aportan”.
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