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La Feria de Valladolid organizará como novedades un certamen de enoturismo y otro de viticultura en 2020

La institución ferial se marca el objetivo de promover un evento nuevo cada año y mejorar sus infraestructuras
Alberto Alonso, director de la Feria de Valladolid.
Alberto Alonso, director de la Feria de Valladolid.

Con la llegada de Alberto Alonso como nuevo director hace poco más de un año y medio, la Feria de Valladolid trazó un plan estratégico hasta 2021 que contempla la incorporación a su calendario de al menos un evento por ejercicio. Así, ya en 2018 acogió la primera edición del Salón del Automóvil Seminuevo y el pasado mes de marzo, la del Congreso Nacional de Gestión Deportiva, “que es susceptible de tener feria propia en el futuro”. No en vano, trabaja también en la celebración de dos encuentros más para 2020 vinculados con el mundo del vino, que es un sector estratégico para Castilla y León, como son Agrovid y Fine #WineTourismExpo.

Respecto al primero, centrado en el cultivo de la viña, mostrará a los profesionales del sector todo lo necesario para desempeñar su trabajo y acogerá mesas redondas, conferencias y casos prácticos sobre las principales cuestiones de interés en este ámbito. En concreto, este evento tendrá lugar del 30 de enero al 1 de febrero, en simultáneo con la segunda convocatoria de Agrotecnológica. Apenas dos semanas después, el recinto ferial vallisoletano albergará Fine #WineTourismExpo, que pretende dar proyección internacional a la oferta enoturística española y “que queremos posicionar en mercados del sur de Europa como Francia, Portugal e Italia, así como en nuestro país”, asegura el director de la Feria de Valladolid, que factura entre 2,4 millones y 3,5 millones, “dependiendo de los encuentros programados en el año, pues algunos de ellos son bienales” y cuenta con una plantilla de una veintena de trabajadores.

Plataformas de negocio

Uno de los objetivos principales que persigue es convertir sus eventos en plataformas de negocio empresarial “para que las compañías nos utilicen como escaparate para mostrar sus productos y servicios”. No sólo en el caso de los certámenes nuevos, sino también en el de los que tienen continuidad y se desarrollan a iniciativa de la propia feria, que han experimentado ajustes organizativos y en gestión de costes a raíz de la puesta en marcha del plan estratégico.

Un ejemplo de ello es la histórica Feria de Muestras, “que combina las transacciones comerciales con un aspecto lúdico para atraer a un público más familiar y joven, para que los que se acerquen no lo hagan sólo por tradición, también con un propósito concreto”. Exposiciones como La tierra del Anillo relacionada con la saga de El Señor de los Anillos y Dinosauria Experience sobre dinosaurios animatrónicos o un campeonato de baloncesto 3×3 en colaboración con la Federación de Baloncesto de Castilla y León fueron algunos de los atractivos de la pasada edición, un tipo de actuaciones que se mantendrá “con el fin de que se convierta en algo dinámico y que los asistentes puedan vivir una experiencia especial”.

Intur

Otra de las grandes citas es la Feria Internacional del Turismo de Interior (Intur), que también se ha redefinido en torno a tres sectores, como son naturaleza, enogastronomía y cultura. Precisamente, la institución firmó recientemente un acuerdo con la Feria Internacional de Lisboa para promocionar éste y otros eventos de forma cruzada. En cuanto a Agraria, se ha introducido el componente TIC, “un incentivo adicional que ha contribuido a que la edición de este año fuera históricamente la mejor en cuanto a expositores, visitantes y satisfacción del público”, apunta Alonso.

Su hoja de ruta para los cuatro próximos años incluye además el impulso de acciones coorganizadas con expertos en distintas áreas que ofrecen un buen producto, como Expobiomasa, el Salón DeBoda o Las cosas del peque; así como potenciar el recinto como centro de congresos, “pues no todo el mundo nos identifica como socio en este ámbito”, precisa Alonso.

En esta línea, invertirá más de dos millones de euros en mejorar la imagen de la infraestructura y su dotación tecnológica. “Se acometerán actuaciones para renovar la cubierta, construir baños en los recintos que no los tienen y remodelar los existentes y suprimir algunas columnas del Pabellón 1 para optimizar el espacio y albergar eventos de mayor aforo”, asegura el responsable de la institución, que gestiona un consorcio formado por la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de la ciudad, con un 33% cada uno; mientras que el resto está en manos de la Diputación y la Junta, esta última con el doble de representación.

Instalaciones competitivas

La idea es tener unas instalaciones competitivas, pues el proyecto de construcción de un nuevo palacio de congresos está parado. “Mi llegada a la Dirección de la Feria tiene un objetivo a medio plazo, que es eliminar la dependencia de las administraciones públicas y equilibrar la cuenta de resultados sin necesitar su apoyo. Si se cumplen nuestras previsiones, podremos cumplirlo en 2021 ó 2022”, indica Alonso, quien añade: “no queremos tener una infraestructura que lastre nuestros resultados; ya la compra del hotel hace unos años revolucionó nuestro entramado financiero, por eso entre nuestros planes está desinvertir en este proyecto y centrarnos en nuestra actividad. Aunque tenemos varias líneas abiertas, es un proceso lento que nos llevará tres o cuatro años”. Alonso concluye: “Queremos ser capaces de generar negocio e ilusión en nuestros clientes para abordar objetivos más ambiciosos, no inversiones que no podemos asumir ni amortizar en plazos que no sean razonables”.

Game de Empleo

La Feria de Valladolid acogió el año pasado el Game de Empleo para jóvenes con discapacidad: Poder Extra, un encuentro promovido por la Fundación Once en colaboración con la Cámara de Comercio de Valladolid con el que se buscaba promover la inserción laboral de este colectivo en Castilla y León. “Fue un evento piloto que se celebró en nuestra ciudad, pero que luego tuvo sus réplicas en otros puntos de la geografía nacional y al que nuestra institución acompañó desde el punto de vista tanto técnico como de montaje”, puntualizó Alberto Alonso, director de la Feria de Valladolid, que posee cuatro pabellones con superficies entre 3.200 y casi 10.000 metros cuadrados.

Más información en el número de junio de Castilla y León Económica

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