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Internet no es el mal

Por: Esteban Mucientes
"Sin Internet tú no estarías haciendo negocios en un mundo global".
“Sin Internet tú no estarías haciendo negocios en un mundo global”.

Llevamos una semana en la que estamos viendo cómo las redes sociales (e Internet en general, en breve, cuando no haya más que rascar) se han convertido en el Behemoth de nuestra sociedad. Que si el odio, que si fíjate que la gente expresa opiniones que no nos gustan…

Bueno, en vista de que esto va in crescendo, especialmente porque hay que ganar votos entre los sectores más movilizados de los partidos políticos, estimado empresario, estimada empresaria, gentiles mandos intermedios que leéis este medio y os acercáis con curiosidad a este blog, os voy a poner unos cuantos ejemplos de porqué Internet no es el mal.

El primero es muy claro. ¿Cómo seríais capaces de hacer el benchmarking de vuestra competencia? ¿Cómo comprobaríais qué cosas se hacen en otros países? ¿Cómo sabríais qué hacen las empresas de nuestra región sin poder leer un medio como éste todos los días a primera hora? Es decir, Internet permite satisfacer ansias de conocimiento, aunque sea el de la competencia o el de las nuevas tendencias, algo tan sumamente importante para cualquier empresa que quiera sobrevivir a medio y largo plazo. Oye, si queréis seguir pagando docenas de suscripciones a diferentes medios en papel, podéis hacerlo, nadie os quitará esa ilusión de tener que destruir papel.

El segundo va también por ahí, pero os recuerdo que los que para quienes estamos en Internet desde la primera mitad de los 90, Internet en ese momento era algo académico. Si no hubiera Internet (o si ésta fuera el mal encarnado) los centros de investigación o las universidades no tendrían forma alguna de compartir recursos. Bueno, quizá sí, tal y como la tenían hace unas décadas: publicando cosas en papel que tardaban meses o años. Es más, sin Internet ni habría cosas tan sumamente malas para el desarrollo social como la telemedicina, que permite que un trasplante que puede salvar una vida en Barcelona, se conozca en todo el mundo en mucho menos tiempo de lo imaginable. O que un centro de investigación de León o de Burgos (para que no me llaméis centralista) pueda estar en contacto con empresas y universidades de Australia, EE UU o Suecia a la vez para sacar adelante un proyecto de investigación que pueda mejorar la tasa de supervivencia en caso de accidentes graves en carretera. Qué malo es eso, ¿no?

Y el tercero, por no explayarme demasiado, es que sin Internet tú no estarías haciendo negocios en un mundo global, sabiendo qué es lo que has de mejorar de tus productos, qué es lo que le gusta a la gente de tus servicios frente a los de la competencia y un sinfín de cosas más; todo esto además gracias a los comentarios en redes sociales, en blogs, en foros y que tú fisgas porque quedan ahí. Sí, tú, pequeño empresario que entra dentro de la definición de pequeño empresario. O tú, microempresa que vendes tus servicios o productos allende tus fronteras vía tu página web sin tener que complicarte la vida visitando clientes. Internet ha abaratado mucho la posibilidad de internacionalizarse. Sigue costando dinero, pero si haces una buena campaña de relaciones públicas en la que incluyas tooooooooodo lo que tengas a tu alcance (un vídeo decente, buenos materiales gráficos, internet, notas de prensa) verás cómo no es necesario que te mates a gastar dinero en ir a absolutamente todas las ferias de tu sector, sino que podrás seleccionar dónde tener visibilidad sabiendo de antemano (gracias a Internet) si tu apuesta económica va a servir para algo.

Por favor, todos los que hacéis y dais cursos de todo a cien para organismos públicos o semipúblicos: dejad de meter miedo con lo malas que son las crisis online y que hay que pillársela con papel de fumar porque todo lo que hacemos en Internet se queda ahí. Que mirad cuántas empresas han tenido crisis y su vida sigue adelante, ganando dinero y contratando empleados. Más que nada porque los que metéis miedo no tenéis ni la más remota idea de gestionar escenarios de crisis reales, los de empresas que están en crisis las 24 horas los siete días de la semana. Y porque una reputación impecable implica sólo dos cosas: la empresa no se ha ganado ni un solo enemigo o que hay muertos debajo de la alfombra que ríete tú de lo que se comenta en las redes sociales.

1 comentario

  1. Estoy de acuerdo con lo expuesto en el artículo. Internet es LA HERRAMIENTA que se necesita para la comunicación. Todos sabemos que siempre habrá gente que haga un mal uso de ella como de cualquier otra cosa… Todo lo que se expresa en internet se puede oir en un bar, en la calle o en cualquier otro sitio…
    Usemos internet con libertad y apliquemos la máxima de “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”.

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