A finales de 2008, cuando la crisis empezaba a mostrar su peor cara, algunos representantes del Gobierno central aseguraban la solidez de nuestro sistema financiero. Lejos de estas declaraciones, esa fecha marcó el comienzo de un proceso de reestructuración del sector que ha obligado al cierre de 311 oficinas en Castilla y León hasta las 2.869 sucursales y de cerca de 4.000 en España hasta las 42.159, lo que supone una reducción del 9,2% y del 8,5%, respectivamente, según datos del Banco de España. En ambos casos, el número total de oficinas es la cifra más baja registrada desde el año 2004.
Las entidades más perjudicadas por esta situación han sido las cajas, que han experimentado en la región un descenso del 12,3% al pasar de las 1.722 oficinas a las 1.511; frente al 8,3% de los bancos de 969 a 889; y casi el 3% de las cooperativas de crédito de 471 a 458.
Reconversión
En el plano nacional, los porcentajes son más abultados en el análisis de las entidades de ahorro, cuyo número de sucursales disminuyó en un 14,5% hasta situarse en 21.365; mientras que el porcentaje de las oficinas bancarias apenas se redujo un 0,1% hasta las 15.565 y el de las cooperativas de crédito un 2,7% hasta las 4.960. Por su parte, los establecimientos financieros de crédito contaban con 18 sucursales en la comunidad autónoma al término de 2008, cifra que descendió hasta once en los tres primeros meses del presente ejercicio. Respecto al ámbito estatal, a finales de 2008 existían 402 por las 268 que se registraron en marzo de este año.
Índice de bancarización
Estas magnitudes han hecho que el índice de bancarización -número de oficinas por cada 10.000 habitantes- en nuestra comunidad autónoma se sitúe en el 11,18%, un 1,18% menos que en el último trimestre de 2008. Por contra, la tasa alcanzó su máximo a finales de 2007, cuando se colocó en el 12,43%.
Más información en el número de agosto de la revista Castilla y León Económica.