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BMW serie 3 GT, carrocería alternativa

Los ocupantes de la parte posterior disponen de un mayor espacio propio de una verdadera limusina
BMW serie 3 GT.
BMW serie 3 GT.

El BMW serie 3 GT es un imponente 5 puertas basado en la Serie 3 del mercado chino, que utiliza una plataforma alargada. Con 20 centímetros más de longitud total con relación a la berlina y al touring europeos, 4 milímetros más en anchura y nada menos que 8 centímetros más de altura, este Gran Turismo de línea de techo descendente recuerda las formas de la Serie 5 GT, pero con una imagen más ligera. El frontal reproduce el de la Serie 3 pero en realidad ninguna pieza de la carrocería es común.

Es en la parte posterior donde encontramos el valor añadido de esta versión. Gracias a la distancia entre ejes alargada, los ocupantes disponen de un mayor espacio para las piernas  (7,5 centímetros) propio de una verdadera limusina.

Las personas de elevada estatura viajarán así con mayor comodidad tanto en cuanto la forma exterior de coupé con el techo descendente no afecta para nada ni la habitabilidad ni el aspecto práctico de este modelo. Todo lo contrario: los respaldos del asiento trasero divididos en 3 partes (40/20/40) se pueden regular en inclinación y si es necesario se pliegan totalmente para aumentar el ya de por sí enorme espacio útil. Este espacio en configuración de 5 plazas es mayor con sus 520 litros de volumen que el del familiar Serie 3 Touring.

Maletero

El maletero además de espacio está muy bien planteado: raíles para compartimentarlo, ganchos o alumbrado con diodo). Y además un elemento que mejora la comodidad de uso como es el poder abrir a distancia el portón con el mando de la llave o bien pasando el pie bajo el parachoques.

En carretera el coche trasmite seguridad y ofrece confort, 2 puntos que no siempre van de la mano. Cuenta con la posibilidad de elegir entre 3 modos de conducción en todas las versiones: EcoPro, Comfort y Sport, a los que de forma opcional se puede sumar el Sport+, que no era el caso de la unidad probada.

Dirección franca, tren delantero preciso, estabilidad notable, filtración satisfactoria de las cada vez más habituales irregularidades del asfalto, el 320d GT es agradable y equilibrado.

En síntesis, estamos ante un automóvil hecho para largos viajes, con unas fantásticas plazas traseras y un gran maletero, que concilia cualidades dinámicas con comodidad (BMW lo ha hecho muy bien en este aspecto) y que nos permite contar con un equipamiento de un escalón superior. Ahora bien, desde un punto de vista dinámico con un tamaño próximo a la Serie 5 y su importante altura, le hacen diferente en cuanto a sensaciones de un Serie 3 clásico.

Santiago de Garnica

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