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Nadal y el espejo interior

Por: Félix Alberto Sanz
nadal
Rafael Nadal.

La palabra ídolo nunca tuvo cabida en mi diccionario, pero si tuviera que elegir a una persona a la que admire hasta el punto de que esa palabra tenga sentido para mí, es a Rafa Nadal.

Recuerdo cuando oí hablar por primera vez de él, una persona de la Federación de Castilla y León de tenis me dijo algo así como “tienes que ver jugar al sobrino de Miguel Ángel Nadal (el futbolista), ¡qué manera de competir!” Él tendría 13 años por entonces.

No tuve la suerte de verlo (tampoco hice nada por ello) hasta que llegó a ser profesional. Seguro que muchos recordáis, como yo, aquella final de copa Davis de 2004 en la que un crío de 18 años celebraba cada punto ganado como si de un gol en la final de la Champions se tratara. Ese día pensé “¡qué torbellino! ¡Vaya derroche de energía!” Y lo reflexioné desde 2 puntos de vista: el primero, su capacidad para enganchar a la gente (a mí me cautivó) por su punto de pasión; el segundo, desde la visión más profesional de que, o regulaba mejor sus emociones positivas o acabaría acalambrado la mayoría de los partidos.

A partir de ahí le seguí todo lo que pude y me atrapaba partido a partido, cada vez más.

Pero el día que realmente me impactó, el día que me dije a mí mismo “¡este tío es la hostia!” (con perdón), fue un año y medio después, el día que ganó su segundo Roland Garros. Fue contra el, por entonces, casi invencible Roger Federer. Nadal ganó en 4 sets, tras perder el primero de ellos por ¡6-1! Por la noche, mientras escuchaba en mi cama El Larguero, José Ramón de la Morena le preguntó por ese hecho, por cómo había podido perder de esa manera tan contundente el primer set. Y su respuesta me impactó y me hizo pensar que era alguien realmente especial. Respondió, con la máxima sinceridad y humildad, que la razón de ese resultado fue que “he empezado el partido muy nervioso”.

Detectar emociones

Y es que ahí reside, para mí, el primer paso del éxito profesional (y por qué no decirlo, personal) de las personas, en la capacidad de detectar y reconocer las propias emociones en el momento en que se producen (reconocerlas más tarde, en la calma, puede no ser suficiente). Sólo y sólo si somos capaces de mirarnos en nuestro espejo interior y de conocernos y sólo y sólo si en momentos de tensión somos capaces de detectar qué nos pasa y de reconocernos en nosotros mismos (aunque lo que reconozcamos no sea lo que más nos guste), podremos dar los siguientes pasos para mejorar.

Si en contra, en esos momentos no somos capaces de detectar y admitir lo que estamos experimentando, lo más lógico es que ellas, nuestras emociones, tomen las riendas de la situación, de nuestra vida. Y ellas, nuestras emociones, generalmente no eligen el mejor de los caminos.
Nadal, en aquella final, supo ver y reconocer que estaba nervioso y supo aceptar que, en esa situación, era normal estarlo. Aceptó su estado y se centró en lo que tenía que hacer para superarlo (hablaremos de ello aquí en otro post).

Y yo siempre me pregunto, Nadal fue (es) capaz, ¿porqué no vamos a ser nosotros capaces de hacerlo?

22 comentarios

  1. Enhorabuena Félix por el post. Ya sabíamos de tu admiración (compartida) por Nadal. Tener la capacidad para saber sacar nuestro cerebro del modo “automático” y reflexionar sobre nuestros propios pensamientos y emociones es sin duda uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos día a día. En ello estamos …

    1. Como bien dices, Alfredo, es un reto diario, uno de los mayores que tenemos (enfrentarnos a nosotros mismos), pero sólo aquellos que perseveran en esa “lucha” tienen recompensas durante el camino.
      Muchas gracias por comentar mi post, Alfredo.

  2. Enhorabuena por la entrada, Félix, totalmente de acuerdo con todo lo has escrito al respecto. Me gustaría destacar una palabra: HUMILDAD. La clave para reconocer las propias emociones, incluso las que no nos gustan, es ser lo suficientemente humilde como para comprender que estamos en crecimiento continuo, y que no hay nadie que lo sepa todo ó sea perfecto. Sólo desde esa perspectiva podemos mejorar cada día. Entre otras cosas, esa humildad hace a Rafa Nadal aun más grande partido tras partido, torneo tras torneo.

    1. Cuando una persona “se sube” demasiado es mucho más complicado que detecte su estado emocional y sus posibles mejoras. Eso punto de humildad es necesario, como bien señalas Marc, para mejorar un día tras otro.
      Muchas gracias por tu comentario.

  3. Un recuento puntual de las capacidades que tenemos todos los seres humanos, controlar nuestras emociones y de cierta manera ser exitosos.
    Partir desde el punto de reconocimiento propio es la base de una autogestión para poder conocernos y dar el 100% de todos (o quizás más de lo que esperamos).
    Excelente reflexión, seguiré esta y tendré en cuenta este nuevo e interesante blog.

  4. Creo que es maravilloso tener una pasión, incluso vivir con pasión. La gente apasionada derrocha energía y efectivamente es importantísimo ser consciente de esas emociones que nos pueden llevar a la deriva en ocasiones si no sabemos gestionarlas. Espero que en el próximo post nos hables de cómo hacerlo. Saludos y enhorabuena por el arranque.

    1. Gracias por tu comentario y por tu enhorabuena, Ana.
      No puedo estar más de acuerdo contigo en que sin pasión la vida es, al menos, más aburrida.
      Claro que hablaremos en el futuro (no necesariamente en el siguiente post) sobre cómo poder gestionar las emociones, pero partiendo del punto de vista de que no hay una receta mágica que nos sirva a todos ni a todas las emociones.

  5. Eso es, si Rafa puede ¿por qué no nosotros? y siél consigue lo que consigue, ¿qué no podremos conseguir los demás?
    Eso es lo que hace falta, confiar en nosotros mismos y nuestras capacidades y, si no sabemos afrontar nuestros miedos e inseguridades, aprender a pedir ayuda, que a veces se nos olvida que siempre hay alguien cerca dispuesto a dárnosla y, cómo no, excelentes profesionales y mejores personas como Félix. Gracias, Félix, por tus comentarios y reflexiones siempre tan alentadores y positivos!

    1. Puf, qué decir a tu comentario Sandra, que millones de gracias, nada más.
      Y sí, la visión positiva de las cosas y la confianza en nosotros mismos (real, no fingida y con los pies en la tierra) nos acercan a tener más éxtitos.

  6. Cuanta razón, Félix. Comparto contigo la admiración por Rafa, que para mí es un ejemplo de humildad, de superación personal y de coraje, tanto deportivo como personal. Para mí, una parte muy importante de todo lo que es y que quiero recalcar, es debido al apoyo incondicional de su familia, en particular de su tío y entrenador Toni. Me parece increíble y espectacular que en todos y cada uno de los partido que juega, tenga el apoyo de gran parte de lo que para él, es lo mas importante…..y si no, recordad el bajón que sufrió cuando sus padres se separaron. Su mente no estaba para jugar al tenis, aunque fuera su vida; su mente estaba para ser como es, o sea un ejemplo a seguir en todos los aspectos. Grande Rafa…..y Grande Félix. Un abrazo.

    1. Qué razón tienes en poner énfasis en el apoyo de los nuestros para crecer. Y qué razón tienes en decir que personas así, grandes en su normalidad, como Nadal, deben ser un ejemplo para todos.
      Muchas gracias Manu!!

  7. Buenas noches a todos. Me sumo a los que han disfrutado leyendo tu artículo. Efectivamente, el primer paso para corregir un fallo sistemático es reconocer que está pasando dentro de nosotros. Identificar miedos, inseguridades, para lo cual hace valor y fortaleza.
    A veces nos duele ver la imagen que nos proyecta ese espejo interior, con el que hay que tratar de ser honrados, (no hacernos trampas al solitario); pero también críticos, (si nos acercamos demasiado al espejo, podemos ver la realidad distorsionada).
    Acerca del personaje que usas de ejemplo, te diré que a mi me impresiona más cuando rema viento en contra que cuando le viene todo rodado. Uno nunca pierde la esperanza de que pueda remontar. La sensación que transmite es de que puede conseguir doblar la cuchara y cambiar el rumbo. Y evidentemente lo logra más que el resto de mortales.
    Muy certero el lema vital que reza al pie de tu foto y que relaciona directamente el disfrute y la eficacia.
    Buenas noches.

    1. Chema, qué buena aportación la de “acercarnos demasiado al espejo”, pues es cierto que puede distorsionar nuestra imagen de nosotros mismos.
      Y muy bueno también el comentario de que “Uno nunca pierde la esperanza de que pueda remontar”, pues con modelos así, uno cree que las cosas son más posibles.
      ¿Os imagináis un “Nadal” presidiendo un país? ¿no creeríamos todos que todo lo malo se puede voltear y haríamos más por ello?
      Muchas gracias por comentar mi entrada Chema.

  8. Agradecer a Castilla León Económica la publicación de este artículo. La economía y el desarrollo de las empresas y las organizaciones está ligado al desarrollo de sus miembros y el de estos a su vez al de sus organizaciones. Y acertado el enfoque de Félix Sanz, a pesar que sabe que no comparto “la competición en deporte” como un valor social, su enfoque sobre la batalla interior que libramos a la hora de adecuar nuestra actitud a la circunstancia me parece brillante. Ese breve instante en el que somos/deberíamosser capaces de tomar la opción adecuada independientemente de la que hubiéramos elegido atendiendo a nuestros sentimientos o hábitos.
    Éxito= ( Conocimiento de un tema+habilidad para practicarlo) x actitud.

    Enhorabuena Félix.

    1. Gracias Jose.
      Ya sabes, lo hemos hablado varias veces, que el deporte de competición, para mí, es un buen escenario al que mirar para poder extrapolar situaciones habituales en el entorno empresarial (donde se está compitiendo de continuo). Otra cosa es -dentro de ese modelo- a quién elijas para ello, si a Nadal o a Maradona (por poner dos ejemplos).

  9. Increible lo que Rafa es capaz de generar, despierta sin duda, lo mejor de cada uno de nosotros y un espíritu de superación permanente.
    Esa creo que es una la palabra le define, permanente, en todo.

    1. Gracias por tu comentario Juanjo.
      Qué cierto es que sea capaz de generar tantas cosas positivas en los demás.

  10. Enhorabuena por tu blog y te deseo el mismo éxito que tu labor al frente del curso de Directivos Públicos. Sobre su contenido, permíteme dos consideraciones:
    1ª) – destacar en el valor de la confianza en las capacidades propias y la automotivación para aceptar y controlar tus emociones. si crees en ti mismo y en lo que eres capaz de hacer, siempre será más fácil controlar tus emociones y no dejarte dominar por ellas.
    2ª) – me parece pertinente completar las consideraciones que haces sobre la capacidad de conocer y aceptar las emociones con la de conocer y aceptar tus errores y aprender de ellos. Siguiendo con el ejemplo, excelente, que has propuesto, un comentarista deportivo no se cansa de repetir que “Rafa es el principal y mejor conocedor de sus fallos”. Aprende de ellos y por eso podemos ver muchos sets tan diferentes (normalmente, a mejor) en tantos de sus partidos. un nuevo ejemplo a seguir. Mucho ánimo y suerte

    1. Sobre tus dos apuntes, Pablo:
      1) ¿Qué es antes?, ¿el huevo o la gallina? ¿Gracias a tener una adecuada autoconfianza en una situación (la autoconfianza siempre es situacional) gestionamos mejor las emociones que nos puedan aparecer en la misma o al gestionar las emociones en una situación determinada y tener éxito en ella gracias a ese control emocional ganamos en autoconfianza para la siguiente vez?
      2) ¡¡Qué bueno que pongas el foco en ese comentario que tanto hace Tomás Carbonell de que Nadal es el “mejor mecánico de sí mismo”!! Como bien dices, un ejemplo a seguir, también en eso.

      Muc has gracias por comentar Pablo, un abrazo.

  11. Como ya te dije, Félix, me encanta la entrada!!
    Me quedo con tres reflexiones:
    * Siempre podemos superarnos, pero para ello tenemos que creerlo y aceptar las cosas tal cual vienen, porque solamente aceptar las cosas buenas lo sabe hacer cualquiera.
    * Lo maravilloso que es hacer partícipe a los demás de todo lo que te pase, es lo que consigue Rafa, y es muy dificil enganchar tanto a la gente.
    * La importancia de conocernos, de tener “limpio nuestro espejo interior” porque solo así podremos mejorar. Siempre se puede ser mejor. Seguro que muchos hemos dicho alguna vez “¡ vamos Rafa!”, deberíamos de animarnos así todos los días a nosotros mismo!
    ¡Vamos Félix!
    Un abrazo

    1. Gracias por tu comentario Isa.
      Yo de él me quedo con una frase muy bonita, la importancia de tener “limpio nuestro espejo interior”, efectivamente, si lo tenemos sucio o empañado será mucho más complicado vernos reflejados en él.
      ¡¡¡Vamos Isa!!!

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