Desde que Indra comenzó su implantación en Castilla y León en 2005, la actividad de esta multinacional tecnológica española ha crecido progresivamente hasta contar con 5 centros de trabajo y una plantilla total de 330 profesionales de alta cualificación. La compañía opera desde sus instalaciones en la provincia de León -Centro de Excelencia en Sistemas de Seguridad (CES) y un espacio de alta tecnología en Bembibre-, en Valladolid -en el Parque Tecnológico de Boecillo y en el Polígono San Cristóbal de la capital- y, finalmente, desde el Software Lab, en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca.
“Nuestra actividad en esta comunidad autónoma no está ligada en exclusiva al negocio generado en la misma, ya que la mayoría de los desarrollos son para clientes de fuera de Castilla y León. Sin embargo, la involucración de las universidades y la Junta en la apuesta por las empresas de base tecnológica facilita las decisiones corporativas de implantación y futuro desarrollo”, explica Luis Fernández Hernando, director de Administraciones Públicas de Indra.
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